La desesperación de los familiares de los internos del Centro de Reinserción Social Estatal No. 3 comenzó a causar estragos al exterior del penal, teniendo que intervenir antimotines para calmar los ánimos.
Ante la falta de información, los más de 30 familiares protestaron en las casetas principales de la entrada a Aduanas, sobre la avenida Barranco Azúl, colocando dos escudos blindados para impedir la entrada y salida de unidades oficiales.
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“Pedimos información, queremos saber los nombres de quienes se llevaron, a dónde se los llevaron, pero no han dicho nada, no nos quieren dar la cara”, exclamaba la señora María, madre de un interno.
Ante esto, un grupo de cerca de diez antimotines se colocaron en la pluma de entrada y obligaron a los familiares a replegarse a los costados, logrando asegurar las casetas.
“Estamos aquí desde la madrugada, solo pedimos que nos digan algo, que salgan y nos den los nombres, no sabemos nada y nadie nos atiende”, dijo la señora Luisa Rodríguez.
En su mayoría, el grupo de inconformes estaba conformado por mujeres, que eran esposas, hermanas o madres de familia de algún reo del CERESO 3.
Hasta las 10:30 de la mañana, la Fiscalía General del Estado no ha emitido la lista con los nombres de los reos que fueron llevado a otros penales del país.
De manera extraoficial se mencionó que son cerca de 200 internos llevados a penales de Puebla, Hermosillo, Torreón y la Ciudad de México.
Publicado originalmente El Heraldo de Juárez