Han pasado 20 años desde que se lanzó en Tampico el programa “Mano dura a la basura” y el ex alcalde de Tampico, Arturo Elizondo Naranjo, aún es saludado en la calle por quienes en su momento, siendo niños, recibieron la responsabilidad de convertirse en “Inspectores de la Basura”.
En entrevista con EL SOL DE TAMPICO, el ex edil panista que estuvo al frente de la administración municipal en el periodo 2002-2004, relató cómo este programa, hoy insignia, nació más allá de la necesidad de limpiar la ciudad, sino de generar un cambio de conciencia.
¿Cómo fue que usted decide animarse a lanzarse a contender por la alcaldía de Tampico?
AE.- Me invitaron a que me metiera, yo primer regidor en la planilla de Diego Alonso Hinojosa, yo estaba totalmente ajeno a la cosa pública, totalmente ajeno a esos menesteres pero me hicieron ver la importancia de participar porque solamente la postura era criticar, opinar, quejarse pero no actuar. Ahí me nació la inquietud.
¿Cómo recuerda esa campaña?
AE.- Contendía contra Blanca Rosa Galván por el PRI y el PRD la neta ni me acuerdo... fui muy claro, aquí vamos a hacer las cosas por voluntad, no vamos a comprar, ni equipo de trabajo, ni a comprar votos, ni a comprar con despensas, ni rifas de regalo, vamos a echarle ganas.
-El triunfo- Fue muy padre, el PRI lo que hizo fue lo que solía hacer, el monstruo del PRI traía mucho dinero, me acuerdo por ahí un día antes de nuestro cierre ellos hicieron en el Parque Méndez un cierre espectacular, regalaron televisiones, lavadoras, radios era una lana que no se puede ser, queriendo comprar la voluntad de la gente. La mayoría fue contundente y ganamos de una manera mucho más cómoda.
¿Con qué problemas se encontró?
AE.- Cuando empezamos la administración lo primero fue meter orden, en muchos lados, había un desbarajuste, había mucho aviador, hicimos limpia, había muchas mañas de contratos que no existían los servicios.
El metro cuadrado de pavimentación de concreto en la administración que recibimos estaba nada menos que en 439 pesos el metro cuadrado y a los 3, 4 cuatro meses 2002 que empezamos nosotros ya ejecutar nuestra obra lo bajamos a 265 el metro cuadrado, un 40% menos, eso es mucho dinero, ahí ratificaba yo lo que siempre había intuito trabajando y no robando se logran muchas cosas.
-Hubo problemas- con los líderes, con los vendedores ambulantes y los líderes que los manipulan hicimos limpia y la embestida fue una ridícula huelga de hambre en la Plaza de Armas, era una huelga de hambre, era rollo, puro show, eran 20, 30 pero yo en la noche mandaba a la gente a las 2 de la mañana y no había nadie.
Se habla que Tampico estaba muy sucio y en su administración presentan el programa “Mano Dura a la basura”, ¿Quién lo hizo, fue necesario contratar una agencia de mercadotecnia?
AE.- Fíjate que fue hecho en casa, no había lana para esos lujos, ni había la típica ‘mi padrino, mi compadre, mi cuñado, el vecino de mi hermana, tiene un despacho,” nada, todo en casa, no fue necesario, se armó muy bien porque fue integral.
Muy importante involucrar a la niñez, nos dimos a la tarea de que todas y cada una de las escuelas de Tampico, todas, el 100%, ir a visitarlos al salón de clases, al recreo para hacer el planteamiento en cada una de las escuelas.
Ahí nombrar a niños voluntarios, inspectores, en cada salón que nos ayudarán a ser inspectores para que 1, hiciera conciencia en su casa y 2, nos reportan dónde había basura y nos funcionó muchísimo porque los niños entendieron, nos ayudaron mucho y generaron conciencia.
¿Se cumplió con ese objetivo?
AE.- Fue muy exitoso, tanto que yo creo que sí logramos hacer conciencia en Tampico de nuestros hábitos porque nos dimos cuenta al final de los tres años, había menos basura tirada en las calles, había más donde ponerla y la gente como que los usaba. Aprovechamos para eso que decías, eliminar los basureros clandestinos, los eliminamos.
A dos décadas de distancia, aunque no fue el plan, ¿Se convirtió en el programa insignia?
AE.- Sí, porque fue muy padre, porque logramos penetrar en la sociedad, -le deja satisfacción- mucha porque había el equipo porque yo tuve la suerte de rodearme de un equipo de primera.
-Por ese tema aún lo recuerdan en las calles- sí, ahí de vez en cuando me recuerdan y me saludan.... Hay otra cosa importante, que quizá mucha gente no se acuerda, teníamos una zona horrible, denigrante, asquerosa en Tampico, quizá no sepas muy bien de qué te hablo, el basurero del zapote, acá en El Moralillo, era un muladar, eran cerros de 15 metros de alto, 20 metros de alto de pura basura, una pestilencia nauseabunda que llegaba aquí a la Avenida Hidalgo, llegaba Infonavit, era un muladar denigrante, era la cara de Tampico, ahí nos dimos a la tarea, batallando muchísimo, por lograr que la basura la mandamos a un lugar, ya ordenado, a un relleno sanitario. Es un logro importantísimo que le dimos una alivianada tremenda a la ciudad.
¿Cómo era su relación como alcalde panista con el gobernador priista, Tomás Yarrington?
AE.- Lo considero muy abusado, muy político, un hijo de la mañana, porque muy político, buen trato, muy amable pero por acá te daba los trancazos, todo cordial pero pues te mandaba por ahí a la tropa golpeadora, políticamente hablando, de hijos de la mañana, pero bueno, todo cordial aparentemente.
Para concluir el Canal de la Cortadura, el municipio tenía contemplado pedir un crédito de 50 millones, ¿por qué no se logró conseguir?
AE.- Importantísimo, en el 2001 era un canal fétido, cueva de viciosos, malvivientes, oscuro, apestoso los puentes que había vehiculares tenían pilotes de madera de hace 50 años… Quisimos hacerlo en serio, profesional, ahí sí contratamos a un despacho, hicimos un concurso y elegimos al creo yo que fue el mejor, el arquitecto Mario Schjetan, es un gran urbanista reconocido internacionalmente.
Lo dejamos a las dos terceras partes, hicimos los puentes vehiculares nuevos, hicimos los puentes peatonales, hicimos el dragado, hicimos el tablestacado, lo que no hicimos, lo dejamos ahí que por cierto se robaron.
Dice Tomás -Yarrington- a ver si te da permiso el Congreso -del préstamo de los 50 millones- convéncelos para ver si te dan permiso, yo le dije ‘No tienen por qué no dejarme, me dejaron un pasivo lo bajé a 50 millones, lo entrego igual,’ me dijo ‘Tienes razón pero a ver qué’, dio instrucciones -para negar el permiso- al presidente del Congreso.
¿El dinero finalmente se consiguió?
AE.- Viene Josefina Vázquez Mota, al final del trienio le expongo el asunto, ella era entonces secretaria de Desarrollo Social, en el camino del aeropuerto al palacio. En el evento se da la presentación yo doy las palabras de bienvenida al gobernador y a ella, ella cuando interviene tira el rollo a qué venía y dice ‘aprovechando que el alcalde cumple 50 años, quiero comprometer al gobernador que le demos un regalo a la ciudad y al alcalde que cumple 50; gobernador dígame que sí vamos a darle entre los dos los 50 millones a Tampico, 25 Sedesol, que aquí estoy, gobernador, ¿se suma o no?’ No tuvo más que decir que sí.
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Hay quienes creen que, si usted busca la alcaldía, gana, ¿Qué piensa de eso?
AE.- Me han dicho que sí, pero, no sé, no hay nada seguro, seguro la muerte nada más y vaya, no sé.