Como si de una película de terror se tratase quedaron los terrenos aledaños a la toma clandestina, donde ocurriría la explosión que dejó un saldo hasta el momento de 66 personas muertas y 76 heridos, Tlahuelialpan, Hidalgo.

Efectivos del ejército mexicano se encuentran aún en el lugar para el traslado de los cuerpos que quedaron ya carbonizados, tratando de identificar los que quedaban.

A pocas horas de ocurrido el trágico suceso familiares de las víctimas arribaron a la zona teniendo un choque con los cuerpos militares que les impidieron el paso pues aún el riesgo era latente.

En conferencia de prensa realizada en Palacio Nacional, junto con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el mandatario hidalguense advirtió que “la forma de honrar a las víctimas será a través de la verdad”.