En lo que pudiera calificarse como un milagro, una mujer y su hija salieron ilesas del coche que al ir circulando por las calles de Nuevo Laredo, literalmente fue tragado por la tierra al hundirse la calle por la que avanzaba.
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La Unidad de Protección Civil municipal recibió el reporte del hecho a las 5:40 de la mañana de este martes, justo en la intersección de las calle Anáhuac y río Pánuco.
En el sitio encontraron un socavón de más de siete metros de largo, por seis de ancho, generado por las copiosas lluvias registradas en los últimos días, así como por el mal estado de la tubería de desagüe.
Según las autoridades, en la unidad color blanco viajaban una mujer y su hija, quienes no sufrieron lesiones mayores.
Personal de emergencias y automovilistas que pasaban por la zona las auxiliaron, procediendo a acordonar la zona.
En los últimos años, la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) ha acudido a hacer cambios de tuberías en esa zona por constantes fallas.