Mario Eduardo Olivo Acuña tenía apenas 21 años de edad y un gran anhelo de trascender, un ser amoroso y entregado a su familia quien hoy le llora ante la tragedia que viven desde el 1 de junio que desapareció.
Amante de la naturaleza y noble con quienes lo rodeaban, entregado con sus amigos y sobre todo sensible con las necesidades humanas, ese era el joven cuyo cuerpo fue encontrado desmembrado.
"Mi luz, mi vida, mi cielo, mi ser noble y bueno" así es como lo describe su padre José Mario Olivo, quien hasta el último momento se mantuvo en la búsqueda y ahora en el reclamo de justicia.
Estudiaba en la Facultad de Comercio de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), donde era conocido por la amabilidad que siempre mostró para con sus compañeros y respeto a sus profesores.
El sábado 1 de junio salió de su casa, teniendo la última comunicación con su familia alrededor de las 20:47 horas, asegurando que se encontraba en la colonia Cascajal de Tampico y después nada se supo de él.Primero se lanzó la alerta por medio de redes sociales y después se generó una sumatoria social exigiendo acelerar las investigaciones para encontrar con vida al joven, quien para ese momento se cree ya estaba muerto.
Su padre José Mario señaló que su hijo aparentemente se encontró con unos amigos de la facultad de Comercio en la zona centro de ciudad Madero, desconociéndose la identidad de las personas con las que, aparentemente, acompañó a la colonia Cascajal.
El 5 de junio se manifestaron en la presidencia municipal de Tampico exigiendo su localización y el pasado viernes 12 de julio en la alcaldía de Ciudad Madero.
La misma semana pasada la Policía Investigadora había dado con uno de los involucrados, Cesar Andrés N, apodado "La Paquita", para posteriormente capturar a su ex novia Keren y el actual novio de ella Gilberto. El cuerpo de Mario fue localizado al parecer el jueves, desmembrado, en un bote y cubierto con cemento.
Fueron cientos de oraciones, muestras de apoyo y respaldo ciudadano ante este caso. Apenas el pasado viernes sus padres le enviaban mensajes de aliento pidiéndole que tuviera fuerza.
"Ahora vamos por justicia que es lo que buscamos. Gracias todos por su amor e infinito apoyo a mi hijo Mario Eduardo Olivo Acuña" dijo en su muro de Facebook su padre quien pidió "sigamos compartiendo para que se nos haga justicia y paguen los responsables este terrible acto cometido a un ser noble y bueno que lo que sabía era dar amor de sobra a todos".