Altamira es el único municipio de la zona conurbada del sur de Tamaulipas que cuenta con la llamada fosa común, sitio en el que descansan de una manera temporal los restos de personas que mueren sin ser identificadas por algún familiar, independientemente de las circunstancias en que sucedieron los hechos.
La llamada fosa común es el espacio que selecciona la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas (FGJT) y se localiza en el ejido Benito Juárez, a un costado de la carretera que conduce al ejido "Corpus Christie" y a menos de 500 metros de la carretera federal 180 Tampico-Mante, al norte del municipio de Altamira.
¿CUÁNTAS TUMBAS EXISTEN?
Dentro del panteón municipal Benito Juárez existe el área llamada fosa común y hasta este mes de junio existen 240 tumbas con sus respectivas cruces en las que descansan los restos de personas que se desconoce su origen, no tienen nombres o bien sólo cuentan con el número de carpeta de investigación ante la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas, informó Ricardo Huerta Ortiz, jefe de Panteones Municipales en el Ayuntamiento de Altamira.
También puedes leer: Encuentran ropa y boletos de avión durante búsqueda de desaparecidos en Reynosa
En dicho panteón, el cual inició funciones hace menos de 10 años, el 90 por ciento de las tumbas del área de la fosa común alberga los restos de hombres y mujeres que murieron en diferentes circunstancias y su cuerpo jamás fue reclamado por sus familiares.
“Aquí descansan los restos de personas que mueren en la vía pública y que ningún familiar acudió a reclamarlo, por lo que la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas durante un tiempo los mantiene en el anfiteatro en este caso el de una funeraria concesionaria y cuando pasa determinado tiempo, entonces ya vienen y lo sepultan en esta área”, agregó Huerta Ortiz.
El área que comprende el panteón de la fosa común es de 100 metros cuadrados y a pesar de que en la actualidad existen 240 tumbas que contienen los restos de igual número de muertos no identificados aún existe espacio para recibir a otra cantidad similar.
ALTAMIRA SIEMPRE HA RECIBIDO LOS CUERPOS DE LA FOSA COMÚN
“Desde hace más de 20 años las autoridades ministeriales decidieron que la fosa común de la zona sur de la entidad fueran los panteones municipales de Altamira, por lo que antes que el de Benito Juárez recibiera, estuvo el de Jardines de la Pedrera, pero fue cerrado porque se terminó el espacio y se dio preferencia a los que sí son identificados por algún familiar”, explicó Ricardo Huerta Ortiz.
Señala que desde hace 10 años el Gobierno Municipal en turno decidió cerrar la fosa común del panteón Jardines de la Pedrera, ubicado en el sector La Pedrera, al sur del municipio de Altamira, para que ahí fueran depositados los restos de las personas que sí tienen familiares.
SIEMPRE QUEDAN EN EL OLVIDO
Los restos de las personas que mueren y cuyo cuerpo o restos no son identificados, siempre quedan en el olvido en dicho panteón a la espera de que alguien los identifique y posteriormente decida extraerlo de ese sitio para darle una cristiana sepultura.
“Aquí en base al número de carpeta de investigación que existe en la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas, misma que cuenta con una serie de elementos tales como artículos personales, características que tenía la persona en vida, cicatrices, inclusive hasta las pruebas de ADN y otros estudios que existen hoy en día, se identifica al difunto con el que lo está reclamando para así cumplir con lo que marca la ley y hacerle la entrega correspondiente”, agregó.
SE LES COLOCA UNA OFRENDA FLORAL EN EL DÍA DE MUERTOS
Como un acto de solidaridad al alma que anda perdida y que no ha recibido la cristiana sepultura para descansar en paz, el personal que labora en el panteón municipal y por instrucciones del jefe de dicho departamento, Ricardo Huerta Ortiz, en las celebraciones de Todos Santos se les coloca una ofrenda floral y una veladora el 1 y 2 de noviembre.
“El Día de Todos Santos cuando las personas vienen a visitar la tumba de sus seres queridos y colocan una ofrenda floral, una veladora, en lo personal y los trabajadores decidimos ponerles en cada tumba y frente a la cruz una flor o una veladora, para que esa alma no se sienta sola y encuentre una luz en su camino en el más allá, guardando la esperanza de que algún día un familiar acuda a reclamar sus restos”, puntualizó.
Suscríbete a la edición digital de El Sol de Tampico aquí
En la fosa común se puede observar que existe en cada tumba una cruz de tono blanco, elaborada a base de fierro, el número de carpeta y la fecha en que murió esa persona es colocada con tinta de color negro.
De las 240 tumbas que existen en esta área promedio de identificación que se logra tener cada año es de 1 a 5 restos.