Tres trabajadores de la casa editora El Sol de Parral fueron golpeados por militares para impedir que realizaran la labor de cobertura periodística, cuando los elementos castrenses pretendían entrar a una propiedad ubicada en el centro de esta ciudad. Los uniformados se llevaron cuatro celulares y dos identificaciones oficiales.
Alrededor de las tres y media de la madrugada de hoy, en la céntrica calle Ricardo Flores Magón, un grupo de elementos con vestimenta militar y armas con matrículas del ejército, acordonaron la calle Godofredo Sarvide, a la altura donde se encuentra una sucursal de las farmacias Guadalajara y frente al hotel West Bestern La mina.
El movimiento llamo la atención ya que se realizó a tres calles de las instalaciones del Sol de Parral, por lo que no pasó inadvertido el incidente y de inmediato se realizó la cobertura del incidente, llegando al lugar tres trabajadores de El Sol de Parral.
Al llegar al sitio antes mencionado, se ubicaron cintas amarillas que impedían seguir el tránsito por la calle Godofredo Sarvide, mas allá de las cintas estaban por lo menos cinco vehículos y unos veinte elementos distribuidos en la calle.
Desde ese lugar se escuchaban golpes sólidos, al parecer a un portón, el cual trataban de derribar. El reportero, desde la línea amarilla realizo algunas tomas fotográficas con su celular, condición que basto para que un grupo de seis uniformados se dirigieran hacia él y lo despojaran de su equipo de trabajo, además de maltratarlo verbalmente.
Otros militares se dirigieron a los otros acompañantes –empleados también de esta empresa- a uno de ellos lo hincaron apuntándole con las armas y le propinaron golpes en repetidas ocasiones tanto con la culata y cañón del rifle además de patadas, hasta causarle una herida de varios centímetros en la cabeza, además de múltiples contusiones en las costillas.
Los golpes cesaron hasta que el reportero intervino, pero lo hizo solo para desviar hacia el la golpiza, ya que recibió golpes en el costillas y tórax, con la culata de sus rifles.
El tercer trabajador del Sol de Parral fue golpeado igualmente en las costillas y la cara, produciéndole una herida cortante en el labio además de golpes en diferentes partes del cuerpo.
Finalmente los militares cesaron el castigo, no sin antes despojar de cuatro celulares y dos identificaciones a sus víctimas a los que obligaron a abordar el vehículo oficial de esta empresa para que se retiraran del lugar.
Posteriormente los periodistas se dirigieron a las instalaciones del 76 batallón de infantería para solicitar una explicación al hecho, en donde aseguraron que en esa unidad militar no tenían ningún elemento fuera de las instalaciones.
Sin embargo después de denunciar los hechos ninguna unidad de esa unidad militar salió a investigar, mientras que en seguridad pública no tienen reporte del evento, ninguna unidad reporta haber visto nada del despliegue militar, pese a que fue en pleno centro.