Ciudad del Vaticano.- El Vaticano comunicó hoy que “toma nota” de la decisión de los tribunales australianos en Melbourne de enjuiciar al cardenal George Pell, de 76 años y estrecho colaborador del Papa, por supuestos delitos de abuso sexual contra menores.
“El año pasado el santo padre le había concedido un periodo de retiro por poder defenderse de las acusaciones que le habían sido lanzadas. Tal disposición permanece todavía válida”, precisó el portavoz de la Santa Sede, Greg Burke, en una breve declaración oficial.
Este día, la magistrada Belinda Wallington consideró que había elementos suficientes como para justificar un proceso ante un jurado contra Pell por denuncias de abusos que habrían tenido lugar a finales de los años 80 e inicios de los 90.
Empero, producto de la audiencia preliminar de cuatro semanas atrás, ella misma rechazó algunas de las acusaciones contra el también ex arzobispo de Sydney, prefecto de la Secretaría de Economía y miembro del C-9, el Consejo de cardenales asesores del Papa Francisco.
Si bien los detalles de las acusaciones no son todavía públicos, se le señala por supuestos episodios de encubrimiento de sacerdotes pedófilos e, incluso, una violación. Aunque las acusaciones más graves en su contra fueron rechazadas.
Las investigaciones que condujeron a Pell ante la justicia comenzaron en 2012 y, en junio del año pasado, el purpurado tomó -con la anuencia del pontífice- un periodo de retiro de su cargo en el Vaticano para poder volver a su país y defenderse.
En todo momento el cardenal ha sostenido su inocencia, que las acusaciones son falsas y, al tomar su permiso, declaró: “considero la idea misma del abuso sexual un crimen horrible”.
“He siempre sido totalmente claro y coherente en manifestar mi completo rechazo a estas acusaciones. Las noticias de estas acusaciones refuerzan mi resolución y los procedimientos del tribunal me ofrecen, ahora, la posibilidad de defender mi nombre y volver a mi trabajo en Roma”, añadió entonces.
