Después de los atentados con bombas, tiroteos a mansalva contra multitudes indefensas, arrollamientos con vehículos enormes y ataques a puñaladas, la violencia terrorista se encamina a pasos acelerados al uso de drones cargados de explosivos para lanzarlos sobre lugares colmados de público o aviones sin piloto armados con una ametralladora.
Esa es la inquietud que comparten -cada día con mayor angustia- los expertos en terrorismo y los organismos europeos de inteligencia.
El temor de los especialistas se multiplicó recientemente al comprobar que 17 millones de personas visionaron por Youtube la presentación del Prototype Quadrotor with Machine Gun. El video muestra un cuadricóptero de 1.,50 m de diámetro equipado con un arma automática, que vacía su cargador sobre un grupo de maniquíes y luego contra un automóvil. “Se trata de una filmación trucada, pero la amenaza es real”, reconoce un especialista de la Dirección Central de Inteligencia Interior (DCRI).
Por su bajo precio, fácil manejo y sin necesidad de utilizar un gran dispositivo logístico, esos aviones pasarán a formar parte de la llamada panoplia del terrorismo low cost.
“Con mil 500 dólares, mínimos conocimientos de bricolaje y un arma es posible fabricar un dron asesino o artillar un pequeño planeador. Como ahora hay aparatos eléctricos y muy estables, son silenciosos e indetectables”, agregó el experto.
En menos de dos minutos un aparato de ese tipo es capaz de despegar y colocarse en posición de tiro sobre una multitud. Un dron de venta libre en el comercio, que cuesta entre 500 y 800 dólares, puede transportar cargas de 2 a 3 kg. “He visto pequeños objeto volantes largar falsas granadas o falsos explosivos con gran precisión sobre un sitio predeterminado”, agregó el experto.
Ese tipo de aparatos ya comenzó a ser usado en operaciones militares. El 2 de octubre de 2016, un avión sin piloto del grupo yihadista Estado Islámico (EI) lanzó una carga explosiva sobre dos comandos franceses en Erbil (Irak). Desde hace algunos meses, el EI difundió varios videos mostrando el lanzamiento de bombas a partir de aviones sin piloto.
La capacidad de destrucción sería infinitamente mayor si emplean armas químicas, bacteriológicas o “bombas sucias”, estimó Alain Rodier, director adjunto del Centro Francés de Investigaciones sobre Inteligencia (CF2R). (OEM-Informex)