Atlanta, Georgia.- Un clima de incertidumbre vive desde este fin de semana la comunidad latina inmigrante en la ciudad de Atlanta, al ser una de las urbes señalada por el presidente de los Estados Unidos Donald Trump donde darían inició las redadas masivas a partir del domingo 14 de julio.
Las familias hispanas brillaron por su ausencia en centros comerciales, plazas públicas y negocios en general, ante el temor de ser detenidos, a pesar del anuncio del mandatario norteamericano de que las aprehensiones se centrarían en personas que cuenten con cargos criminales u órdenes de deportación.
El mayor temor de las personas indocumentadas era el verse involucrados en lo que se conoce como un "arresto colateral" , es decir que al llegar las autoridades del ICE a un domicilio en busca de una persona con orden de deportación, cuestionen el status migratorio del resto de los habitantes del inmueble y procedan también a su captura.
El presidente Donald Trump confirmó el inició para el día domingo 14 de julio de redadas en contra de inmigrantes "irregulares" a cargo del ICE en ciudades comoAtlanta, Baltimore, Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva Orleans, Nueva York y San Francisco, adelantando que estarían detrás de personas con detenciones previas y órdenes de deportación pendientes, acciones a cargo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
Se informó que las autoridades podrían acudir a domicilios, corporaciones y centros de trabajo en busca de los indocumentados considerados como objetivo, por lo que abogados de inmigración recomendaron a la población hispana no abrir la puerta a los agentes a menos de que contaran con una orden específica, no oponer resistencia a los arrestos y no mentir sobre su condición migratoria para evitar incurrir en algún delito, además de buscar asesoría legal a través de algún familiar para hacer valer sus derechos.
ACOSTUMBRADOS A VIVIR CON EL MIEDO
Emilio Larios es un hombre oriundo deAltamira, Tamaulipas que llegó a los Estados Unidos hace 20 años en busca de mejores de vida, cruzando el Río Bravo de manera ilegal para establecerse en la ciudad de Atlanta, donde ha desempeñado diferentes trabajos principalmente en el ramo de la construcción, tiempo en el que ha procreado dos hojas de 12 y 10 años de edad actualmente.
A pesar del tiempo su condición migratoria se mantiene como desde el primer día, y a pesar de la incertidumbre que le produce el anuncio de las redadas señala, "Si existe el miedo, pero ese miedo es de siempre, de que te detengan por manejar sin licencia, uno tiene que salir a trabajar y solo nos queda encomendarnos a Dios, ese tipo de acciones siempre se han dado a través de los años y no nos queda más que aguantar".
Por su parte Silvia Torres, quien llegó a la Unión Americana desde hace 16 años y actualmente tiene dos niños nacidos en Estados Unidos de 12 y 6 años, reconoció que el mayor temor es que ella pueda ser deportada y sus pequeños se queden en este país debido a que su pareja sentimental también carece de estatus migratorio, situación que sin duda desintegraría a su familia.