RÍO DE JANEIRO. El presidente Jair Bolsonaro y el líder progresista Luiz Inácio Lula da Silva se medirán hoy en la segunda vuelta de las presidenciales de Brasil, unas elecciones que dividieron al país en dos mucho más allá de la dicotomía izquierda-derecha.
El voto separó a Brasil en mitades, entre los habitantes del industrializado sur del país y los del empobrecido noreste, entre evangélicos y católicos y hasta entre ricos y pobres.
Puede interesarte: Bolsonaro o Lula: las variables que definirán esta segunda vuelta electoral en Brasil
“Tenemos un país dividido y no solo dividido entre izquierda y derecha. Tenemos que analizar dónde esa división es más profunda para entender las razones.
Si es en el plano religioso, eso implica costumbres; si es en el plano de las políticas públicas, implica una posición de defensa de más o menos intervención del Estado”, explicó el analista político José Luiz Niemeyer, del centro universitario Ibmec.
Los últimos sondeos muestran que Bolsonaro es el preferido en la rica e industrializada región sur de Brasil, en la que tiene 58 por ciento de la intención de voto contra 39 por ciento de Lula, así como en el polo agropecuario del centro y oeste país, en donde cuenta con 54 por ciento y su rival, con 39 por ciento.
Lula, en cambio, es casi unanimidad en el noreste, la región más pobre del país y en la que está 27 por ciento del electorado, con 67 por ciento del favoritismo contra 29 por ciento del mandatario.
Por religiones, los sondeos de intención de voto muestran que ultraderechista es el preferido de los evangélicos (25 por ciento del electorado), entre los que tiene un 66 por ciento del favoritismo frente al 28 por ciento de Lula, mientras que el socialista lidera entre los católicos (50 por ciento del electorado), con 58 por ciento frente al 37 por ciento del presidente.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Igualmente hay división entre ricos y pobres, ya que Lula lidera, con un 57 frente al 37 por ciento de Bolsonaro, entre los que reciben hasta 2 salarios mínimos, y el ultraderechista es favorito entre los que ganan más de 10 salarios mínimos, con un 55 frente al 41 por ciento del socialista.
Los sondeos también muestran otras divisiones con Bolsonaro favorito entre los blancos (50 por ciento frente a 44 por ciento de Lula) y el progresista entre los negros (58 frente al 38 por ciento ) y con el expresidente preferido entre las mujeres (51 frente al 42 por ciento).