A los 26 años, Melania Knauss, modelo profesional, se mudó a Estados Unidos en búsqueda de mayores oportunidades en el mundo de las pasarelas. Al poco tiempo, conoció a Donald Trump y se casó con él. En el 2024, decidió romper con la tradición de reunirse con su antecesora en la Casa Blanca para la transición de poder.
¿Quién es Melania Trump, la primera dama de una de las mayores potencias mundiales? Con una sobria portada en negro, la biografía de Melania Trump lleva únicamente su nombre de pila como título.
Como parte de la nota de autor, Trump declara ser una persona reservada, cuya vida privada está sujeta al escrutinio del ojo público, por lo cual, decidió mostrar al mundo su versión de la historia.
Cruzando el Atlántico: de París a Nueva York
La información aquí presentada fue obtenida del libro “Melania” de la editorial Skyhorse Publishing. La publicidad indica que el New York Times considera al material un best-seller, es decir, un ejemplar con alta demanda de ventas.
Melania Knauss tenía 26 años, un apartamento en Francia, y una década de experiencia en el mundo del modelaje en Europa, cuando decidió mudarse a la ciudad de Nueva York para probar suerte.
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“Sabía que había riesgos, pero también sentía una sensación de confianza de que podría tener éxito”, afirmó en sus memorias.
“Con el amor de mis padres, me interné en lo desconocido”, continúo Knauss, para describir cómo empacó su vida en dos maletas repletas de ropa, zapatos y maquillaje para mudarse de un continente a otro. En su bolsa de mano llevaba su pasaporte y su portafolio fotográfico.
En ese momento, aseguró, su nivel de inglés era lo suficientemente óptimo para comunicarse con el agente aduanal del Aeropuerto Internacional JFK que le dio la bienvenida a Estados Unidos. Era el martes 27 de agosto de 1996.
“Nueva York resonó conmigo desde el primer momento. Sentía que ese era el lugar donde tenía que estar. Mientras Europa tenía un encanto refinado, Nueva York tenía una elegancia moderna”, declaró.
Enfundada en sus tacones, recorrió las oficinas de Bergdorf, Fitness y Glamour donde consiguió aparecer en diferentes sesiones fotográficas. A pesar de ser rechazada de diversos sitios, comenzó a trabajar para Macy's. Hasta que un día caminando por Times Square se vió a sí misma en una de las pantallas.
De las pasarelas a la Torre Trump
En septiembre de 1998, una de sus mejores amigas la invitó a una fiesta en el Kit Kat Club durante la Semana de la Moda de Nueva York. En el lugar, Donald Trump, acompañado de una hermosa mujer rubia, se acercó a su mesa.
Él se presentó como Donald Trump, ella únicamente como Melania. Cuando él se sentó a su lado, ella sabía que era un hombre importante de negocios, cuando él le pidió su teléfono, ella le respondió: “Mejor dame el tuyo”. Él aceptó la solicitud.
Al día siguiente, Knauss viajó a una sesión fotográfica en el Caribe, cuando regresó dejó un mensaje en la contestadora de Trump: “Hola, soy Melania, prometí llamarte, espero que estés bien”. Al día siguiente tuvieron su primera cita, él la llevó a la ciudad de Bedford, donde iba a abrir un campo de golf y quería supervisar los detalles.
Ella describe ese primer encuentro como “Muy al estilo de Donald, una mezcla de negocios y placer”. En esa época, Trump estaba en proceso de divorcio de su segunda esposa, Marla Maples.
De acuerdo con Melania, el gusto de ambos por Elvis Presley, Elton John, los shows de Broadway y los eventos deportivos de box, futbol y basquet, hicieron la barrera generacional de 24 años de diferencia más fácil de cruzar.
Cuando la noticia del romance se hizo pública, señaló Melania Trump, a ella la consideraron una “gold-digger”, una expresión que refiere a una “caza fortunas”.
De modelo a primera dama
Seis años después de conocerse, el 26 de abril de 2004, el día en que Melania Knauss cumplía 34 años, Trump le propuso matrimonio. Se casaron en enero de 2005.
Por invitación de Anna Wintour, editora de Vogue, Knauss apareció en la portada de la revista, luciendo su vestido de bodas adornado con mil 500 perlas, donde fue nombrada “La nueva novia de Donald Trump”.
En 2006, a los siete meses de su embarazo de Barron Trump, su único hijo, volvió a posar para Vogue.
Fue el martes 27 de agosto de 1996, cuando Melania Knauss llegó a Estados Unidos; fue un martes 16 de junio de 2015, cuando en el piso 26 de la Torre Trump, Donald Trump realizó el anunció oficial a su familia y colaboradores más cercanos de que buscaría la presidencia del país.
Al ganar Donald Trump las elecciones de 2016, Melania Trump se convirtió en la segunda primera dama del país de nacionalidad extranjera; y la primera cuya lengua materna no es el inglés, sino el esloveno, mismo idioma que enseñó a su hijo.
¿Qué significa ser primera dama?
Cuando Donald Trump se convirtió por primera vez en presidente de Estados Unidos, Melania Trump demoró su traslado de Nueva York a la Casa Blanca hasta que su hijo Barron terminó su ciclo escolar.
Durante el segundo mandato de Trump, Betsy Klein y Kristen Holmes, de la la BBC, prevén que Melania Trump no permanezca de tiempo completo en la residencia oficial de gobierno.
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De hecho, el miércoles 14 de noviembre, Melania Trump rompió una de las tradiciones del cambio de administración de la Casa Blanca. Declinó la invitación de Jill Biden para reunirse al mismo tiempo que Joe Biden y Donald Trump como parte de la transición de poder.
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Sin embargo, ¿cuáles son las funciones de una primera dama? Es un cargo protocolario que no depende de la elección popular.
Kate Bennett, autora de “Free Melania: la biografía no autorizada”, declaró para CNN: “Ser primera dama es un trabajo terrible: tienes que ser inteligente, pero no demasiado inteligente. Tienes que preocuparte por tu apariencia, pero no demasiado. Tienes que tener pensamientos sobre los problemas que enfrenta el mundo, pero también tienes que tener una receta de galletas navideñas”.
Al casarse, como acostumbran muchas familias en Estados Unidos, Melania Knauss cambió su apellido por el de su marido. Melania Trump parece adherirse a todas las opiniones políticas del actual presidente electo de Estados Unidos, pero hay un tema en el cual tomó distancia: ella apoya el derecho al aborto, declarando “las mujeres deben tener autonomía para decidir”.