Una joven británica de 18 años fue atacada por un cocodrilo en el río Zambeze en Zambia, al sur de África. Amelie Osborn-Smith se encontraba con sus amigos haciendo rafting, momentos de tensión que vivieron los jóvenes que la pusieron en la lista de la muerte.
Amelie es originaria del condado inglés de Hampshire, ella se encontraba sentada en el bote o lancha con las piernas colgando hacia el agua, entonces, un cocodrilo de aproximadamente tres metros de largo se le acercó, le mordió la pantorrilla y así logró arrastrarla hacia el agua, esto, antes de hacerle el “giro de la muerte”.
Uno de los jóvenes que la acompañaba no dudó y se tiró al agua, posteriormente los demás saltaron y comenzaron a pegarle al reptil hasta que logró que la soltara, salvándole la vida a Osborn-Smith, quien fue rápidamente trasladada aéreamente hasta Lusaka para ser hospitalizada y sometida a cirugía para tratar de salvarle su pierna.
“Un amigo se sumergió en el agua y comenzó a golpear al cocodrilo con furia. Luego, otros saltaron para ayudar. Era un caos. Había sangre y gente golpeando por todos lados. Tiene suerte de estar viva”, comentó un compañero de Amelie, quien agregó que cuando finalmente el cocodrilo la soltó lograron subirla nuevamente al bote.
El padre de la víctima explicó que “el cocodrilo vio su pierna colgando en el agua y pensó: ‘Hay almuerzo’. Está en bastante mal estado en este momento”, además, agregó que la intención es trasladarla al Reino Unido, pero “con una mordedura de cocodrilo hay un enorme riesgo de infección y tiene una pierna bastante dañada”.
Otro de los problemas que enfrenta la familia de Amelie es que el traslado se complica, ya que Zambia fue incluida por el Reino en la lista roja por el Covid-19.
ACERCA DE COCODRILOS, ¿QUÉ ES EL GIRO DE LA MUERTE?
El “giro de la muerte” es una maniobra subacuática utilizada por los cocodrilos con el fin de desmembrar a sus presas de gran tamaño, método que han ido perfeccionando durante millones de años.
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Como no pueden masticar al comer, agarran una parte del cuerpo de su víctima y mientras la tienen sujeta giran vertiginosamente todo su cuerpo sobre el eje longitudinal sucesivamente, y usan su cola como propulsor, en la lengua de Shakespeare es un “death roll”.