Cataluña alista su independencia

A medida que se acerca la fecha de la consulta, se reduce el respaldo a la independencia

Carlos Siula, Corresponsal

  · miércoles 30 de agosto de 2017

El Constitucional español ha suspendido todas las resoluciones secesionistas aprobadas por el Parlamento catalán. Foto: RTVE

París, Francia. (OEM-Informex).- Si los independentistas ganan el referéndum del 1 de octubre, 48 horas después Carles Puigdemont declarará la República de Catalunya desde el balcón de la Generalitat en la Plaza de Sant Jaume, de Barcelona.

En un esfuerzo por movilizar a los electores para que voten “sí” a la ruptura con España, los grupos soberanistas han comenzado a presentar el panorama de lo que puede ser el “día después”. Esa campaña está igualmente destinada a demostrar que los partidos que propician la independencia tienen “todo previsto”, contrariamente a las acusaciones de “improvisados” lanzadas por el gobierno de Madrid y los partidarios del “no”.

A fin de enviar un fuerte mensaje a los catalanes, los españoles y al resto de Europa, la proclamación que leerá Puigdemont desde el balcón del Palau de la Generalitat se inspirará claramente en el discurso que pronunció Francesc Macià el 14 de abril de 1931, cuando proclamó la República de Catalunya.

Ese es el escenario ideal que consideran Junts pel Sí y Candidatura de Unidad Popular (CUP), las dos principales formaciones que el lunes dieron un paso decisivo en el proceso de ruptura con Madrid al divulgar el texto de la Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República en el Parlamento que regirá el proceso de separación entre Cataluña y España.

El calendario, que al parecer está perfectamente definido, prevé que el proceso constituyente deberá comenzar el 2 de octubre tras el anuncio de la victoria y concluirá con un nuevo referéndum que se celebraría entre marzo y abril de 2018 para aprobar la carta magna del nuevo Estado.

Ese escenario idílico, sin embargo, puede verse frustrado por un resultado adverso. A medida que se acerca la fecha de la consulta, se reduce el respaldo a la independencia. Según el último sondeo del Centro de Estudios de Opinión -dependiente de la Generalitat-, solo 41.1% de los catalanes apoyan la secesión, mientras que 49.4% son hostiles.

En una encuesta anterior, esas cifras eran 44.3% y 48.5%, respectivamente. Por esa razón, la hoja de ruta de los independentistas prevé también que, en caso de derrota del “sí”, el presidente de la Generalitat disolvería el Parlamento regional y convocaría a elecciones autonómicas en forma inmediata.

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