Al menos 79 migrantes murieron en el naufragio de su embarcación frente a la península del Peloponeso, en el sur de Grecia, y se teme que el balance de fallecidos pueda ser mucho peor.
El pesquero a bordo del que se encontraban las víctimas se hundió en aguas internacionales a unos 87 kilómetros de Pilos, anunciaron los guardacostas.
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Durante un operativo de rescate complicado por los fuertes vientos, fueron auxiliadas más de 100 personas.
El portavoz de los guardacostas Nikolaos Alexiou declaró a la televisión estatal ERT que las labores de búsqueda y rescate continuarían durante la noche.
Según él, el barco naufragó en "una de las zonas más profundas del Mediterráneo".
Podría haber "cientos" de migrantes en el pesquero, dijo a AFP una fuente del Ministerio griego de Migraciones.
"Tememos que haya un número mucho mayor de personas desaparecidas", agregó la fuente.
"El barco pesquero tenía entre 25 y 30 metros de eslora. Su cubierta estaba llena de gente y damos por hecho que dentro estaba lleno" también, declaró a la cadena ERT.
"No sabemos qué había en la bodega... pero sabemos que varios pasadores cerraron a la gente con llave para mantener el control", declaró al mismo canal el portavoz del gobierno, Ilias Siakantaris.
Según Sakiantaris, el Ejecutivo recibió información -todavía no verificada- de que la embarcación transportaba a hasta 750 personas.
Los supervivientes son principalmente de Siria, Pakistán y Egipto, precisó Alexiou.
Uno de ellos dijo a los médicos del hospital de Kalamata, donde fueron trasladados varios supervivientes, que había visto a un centenar de niños en la bodega del barco, indicó ERT.
En el operativo de rescate participaron, además de las patrullas de la guardia costera, una fragata de la marina griega, un avión y un helicóptero de la fuerza aérea, así como seis barcos que estaban en la zona.
La presidenta griega, Katerina Sakellaropoulou, visitó Kalamata y se entrevistó con responsables sobre las tareas de rescate y el alojamiento que se proveerá a los supervivientes.
La oficina del primer ministro interino, Ioannis Sarmas, declaró tres días de luto oficial y añadió que los pensamientos de la nación están "con todas las víctimas de los despiadados pasadores que se aprovechan de las desgracias humanas".
La jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se declaró "profundamente entristecida" por la noticia y "muy preocupada por el número de personas desaparecidas".
"Debemos seguir trabajando juntos, con los Estados miembros [de la Unión Europea] y con países terceros, pare evitar este tipo de tragedias", sostuvo.
Grecia ha conocido numerosas tragedias con embarcaciones, a menudo vetustas y sobrecargadas, pero se trata del balance humano más grave desde un naufragio el 3 de junio de 2016 en el que murieron o desaparecieron al menos 320 personas.
Según la prensa griega, cerca de 30 personas fueron trasladadas al hospital de Kalamata. El portavoz de los guardacostas, por su parte, precisó que cuatro que estaban más graves fueron trasferidos al hospital por helicóptero.
Un avión de vigilancia de la agencia europea Frontex detectó la embarcación la tarde del martes, pero los pasajeros "rechazaron la ayuda", según un anterior comunicado de las autoridades portuarias griegas.
Según ellas, en el momento del naufragio, ninguna de las personas a bordo tenía chaleco salvavidas.
Todo indica que el barco partió de Libia con destino a Italia, según las autoridades.
También el miércoles, un velero en dificultades con unos 80 migrantes a bordo que navegaba frente a las costas de Creta fue rescatado y remolcado por los guardacostas hasta el puerto de Kaloi Limenes, en el sur de la isla, frente a Libia, según la policía portuaria griega.
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Grecia, Italia y España han sido los principales destinos de decenas de miles de personas que buscan llegar a Europa desde África y Oriente Medio.
Con una larga frontera marítima, Grecia es un cruce habitual de inmigrantes procedentes de Turquía y enfrenta crecientes intentos de ingresar por rutas cercanas a las islas Cícladas y hacia el Peloponeso para evadir los patrullajes en el mar Egeo, más al norte, escenario de numerosos naufragios, a menudo mortales.