Por colaborar “a sabiendas y voluntariamente” en la muerte de 3 mil 518 prisioneros entre 1942 y 1945, Josef Schuetz ha sido sometido a juicio en Brandenburg an der Havel, Alemania, donde debe comparecer hasta principios de enero. Se trata del alemán más longevo juzgado por crímenes nazis.
ABUELITO ALEMÁN FUE GUARDIA EN UN CAMPO DE CONCENTRACIÓN
Schuetz, que en noviembre cumplirá 101 años, también es acusado por complicidad en la “ejecución por fusilamiento de prisioneros de guerra soviéticos en 1942” y el asesinato de prisioneros “utilizando el gas venenoso Zyklon B”.
Según las acusaciones, Schuetz fue guardia a los 21 años en el campo de Sachsenhausen, al norte de Berlín, donde decenas de miles de reclusos murieron a causa de trabajos forzados, asesinatos, experimentos médicos, hambre o enfermedades antes de que el campo fuera liberado por las tropas soviéticas, según el Museo de Sachsenhausen.
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No obstante su edad avanzada, una evaluación médica realizada en agosto determinó que Schuetz estaba en condiciones de ser juzgado, aunque sus audiencias se limitan a un par de horas al día; a los procesos ha llegado con un andador y se cansa fácilmente.
Durante su segunda audiencia ante el juez, el exguardia y perteneciente al escuadrón de las SS, se declaró inocente.
INVESTIGAN CASOS DE ANTIGUO PERSONAL NAZI DESDE EL AÑO 2011
Alemania ha iniciado pesquisas para capturar a expersonal nazi desde el año 2011. A día de hoy los tribunales han dictado varias sentencias de culpabilidad. Entre los que fueron llevados ante la justicia tardía se encuentran Oskar Groening, contador en Auschwitz, y Reinhold Hanning, antiguo guardia de las SS en Auschwitz.
Ambos fueron condenados a la edad de 94 años por complicidad en asesinatos en masa, pero murieron antes de poder ser encarcelados. Otros ocho casos son investigados actualmente, según la Oficina Central de Investigación de Crímenes Nacionalsocialistas.