En la fría región de la Antártida existe “El callejón de los Icebergs”, una trayectoria marítima que suele “capturar” grandes bloques de hielo.
En la actualidad, un enorme témpano de casi tres mil 885 kilómetros cuadrados de superficie y una profundidad de 300 metros, denominado A23a, da vueltas sobre su propio eje, esperando desintegrarse, mientras la comunidad científica lo observa.
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Nuestra historia comienza en 1986, cuando una masa de hielo flotante se desprendió de la costa antártica y empezó su derrotero por el mar de Weddell, lugar donde encalló y permaneció quieta, hasta que en el 2020 comenzó a moverse de nuevo. Con la particularidad de que el agua por debajo de ella gira en sentido contrario a las agujas del reloj.
¿Qué sabemos sobre el A23a?
La BBC describe la Antártida como “el lugar más frío y misterioso del mundo”, con temperaturas que rondan los -63°C, el territorio cuenta con una barrera de hielo de aproximadamente 430 mil kilómetros cuadrados llamada “Filchner-Ronne”.
Fue de dicha zona donde, en la década de los 80, se desprendió el A23, de ese bloque se desprendió otro trozo, el A23a, el cual terminó atorado en el fondo del mar de Weddell.
Sin embargo, a lo largo de los años el hielo fue derritiéndose, cediendo su tamaño y grosor. En el 2020, el iceberg volvió a separarse y quedó a la deriva en el océano Atlántico.
Aunque al principio se especuló que el desprendimiento fue provocado por el aumento de la temperatura del agua. Andrew Fleming, declaró para la BBC, que se trataba de un fenómeno normal teniendo en cuenta el tiempo transcurrido: casi cuatro décadas.
El bloque de hielo que da vueltas en un vórtice
De acuerdo con el artículo “El iceberg más grande del mundo sigue girando en círculos tras liberarse” de Remy Tumin, para The New York Times, la oficina de la Prospección Antártica Británica detectó durante el mes de abril de 2024, que el iceberg A23a giraba en torno a su propio eje, 15 grados de manera diaria, con un período de rotación cercano a los 24 días.
Por lo que sabemos, el bloque de hielo se localiza sobre una columna de Taylor de 100 kilómetros de diámetro.
La columna de Taylor es un vórtice en forma de cilindro que se formó sobre un monte submarino próximo a las islas Orcadas del Sur. El fenómeno acuático provoca que el agua contenida en el vórtice, en torno al iceberg, gire en sentido contrario a las agujas del reloj.
¿Cuánto tiempo va a tardar en derretirse y cuáles serían las consecuencias para el medio ambiente?
El Centro Nacional de Hielo de Estados Unidos (USNIC, por sus siglas originales) indica que el iceberg más grande del mundo en la actualidad es el A23a, localizado a 58° 40' sur y 46° 18' oeste.
Al parecer, el consenso dentro de la comunidad científica internacional es que no existe una fecha aproximada para que el bloque de hielo se derrita.
En noviembre de 2023, se consideraba que su superficie era de poco más de cuatro mil kilómetros cuadrados; en agosto de 2024, la cifra cambió a tres mil 885 kilómetros cuadrados.
Sin embargo, al momento de especular cuáles serán las consecuencias para el medio ambiente de la presencia y próximo deshielo de la masa, el panorama se divide en dos aristas.
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Primero, si A23a ancla en la isla San Pedro o Georgia del Sur, puede afectar a las diversas especies marinas que allí viven, como focas y pingüinos, obstaculizando su paso durante la búsqueda de alimento y refugio.
Sin embargo, cuando pase de su forma sólida a líquida, en teoría el bloque va a liberar polvo mineral, rico en nutrientes, para la flora y la fauna.
El Callejón de los Icebergs en la Antártida ha existido desde hace mucho tiempo, es un derrotero que los bloques de hielo suelen seguir hasta desintegrarse en la inmensidad del océano.
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No obstante, en las últimas décadas, se monitorea de cerca el tránsito de los bloques de hielo que se desprenden del continente más frío del planeta, temiendo que la cifra repercuta negativamente en el nivel del mar.
