En marzo del 2020 una bandera mexicana, pero con colores feministas ondeó en la marcha del 8 de marzo de la Ciudad de México para convertirse en un ícono y motivar a la acción; un año después, la ola por defender los derechos de las mujeres se ha extendido a toda Latinoamérica.
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La artista interdisciplinaria jalisciense, Elsa Oviedo, participó en aquella conmemoración con una bandera deconstruida diseñada por ella misma, donde los colores verde y rojo fueron reemplazados por un verde asociado a la libertad, morado por la equidad y blanco por la paz.
Este proyecto que se denominó “Revolución, Mexicana”, en el que invirtieron 404.98 pesos, provocó que cientos de personas tomaran fotografías de Elsa con su bandera, las que se viralizaron y compartieron redes sociales, que hoy podría medirse en números K -miles-.
“Ojalá rompa fronteras. Yo no esperaba esta viralidad del símbolo. Lo más importante es la creación de grupos de apoyo; hay grupos en Facebook, en WhatsApp, en Telegram”, agregó.
Tras este impacto, Elsa se encontró ante la disyuntiva de ¿qué es lo que sigue?, primero convocó a que mujeres mexicanas diseñaran su propio símbolo. Sin embargo, el planteamiento fue más allá y decidió pintar de morado feminista a todas las banderas de Latinoamérica.
“El objetivo de esa pieza es básicamente unirse a los millones de voces que alrededor del mundo, en México y Latinoamérica exigimos que se garantice la libertad, la paz, y equidad para todas las mujeres”, declaró a El Sol de Tampico.
Bajo la premisa, que tomó de un libro sobre arte y movimientos sociales, de que si quieres ver una revolución actúa como si ese cambio ya hubiese sucedido, intervino las banderas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
“¿Por qué no crear esos símbolos de esta Latinoamérica feminista? Reemplacé todos los rojos por morados, en pos de la equidad, conservé los blancos reiterando necesidad de la paz”, explicó.
“Otros colores los intercambié por el verde, asociado a la libertad que exigimos por ejercer cualquier decisión de manera libre sobre nuestros cuerpos”, sostuvo.
A un año de que su pieza irrumpiera en niveles que ella no logró imaginar y en medio de una pandemia que cimbró al mundo, Elsa ya cuenta con una visión para marzo 2021. “Es un llamado a la acción, por supuesto, visualizo esta marcha del 8 de marzo del 2021 con banderas latinoamericanas feministas en cada uno de los países, sería fabuloso ver eso, llevado a la libertad”, destacó.
EL ARTE QUE DA VOZ A LAS MUJERES
Para la historiadora de arte, Fernanda Dichi, los proyectos Revolución, Mexicana y Revolución, Latinoamérica de Elsa Oviedo, representan la lucha por los derechos de las mujeres ante una autoridad federal que las ignora.
“La minimización de la violencia hacia las mujeres -trabajadoras, indígenas, bis y trans- y el desdén hacia nuestras luchas por parte del gobierno federal es una constante”, expuso.
“El arte puede abrir un espacio de reflexión y cuestionamiento a las estructuras que nos atraviesan de las maneras más violentas e impulsar la creación de formas de vida más dignas para cada una de nosotras”, sostuvo.
Puntualizó en que además de la lucha feminista, el proyecto liga al arte como un movimiento de activismo, que ya se ha vivido, precisamente, en Latinoamérica.
“Son dos proyectos de suma importancia; las estrategias utilizadas por la artista, los colocan en la intersección arte-vida-activismo que ha caracterizado al arte latinoamericano desde los setenta”, opinó.
Dichi planteó que ver ondear esta pieza a lo largo de Paseo de la Reforma y Juárez, avenidas que, en su percepción, encarnan una historia oficial de patriarcado, fue de un gran impacto, al grado tal que ahora sobrepasa las limitaciones de la pandemia.
“La emergencia sanitaria por el Covid-19 nos impide tomar las calles; me parece muy importante resaltar la potencialidad de la virtualidad como una alternativa, que si bien no sustituye al espacio público, nos permite crear redes regionales de apoyo y reiterar que la lucha feminista continúa”, resaltó.