Desarrollan un Sistema para Evaluar el Desempeño Ambiental
Los puertos mexicanos son considerados factores de dinamismo económico y crecimiento de las ciudades, pero ante la apatía y postergación para ajustarlos a estándares ecológicos internacionales éstos se han convertidos en graves focos de contaminación.
Y no se trata sólo de las descargas que embarcaciones realizan a canales de navegación o litorales, sino también a las graves emanaciones que efectúan los buques en acceso y maniobras en el Recinto Fiscal.
Ante esta situación el marino mercante e instructor de la Escuela Náutica Mercante de Tampico, Hugo Sergio Gómez Smith, desarrolló en su tesis doctoral el Sistema de Indicadores para Evaluar el Desempeño Ambiental de los Puertos Mexicanos, en coordinación con la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
“Es un trabajo ambicioso, ya que evaluar el desempeño de los puertos a nivel nacional implica un alcance importante”, dijo el especialista a El Sol de Tampico, asegurando que éste es un instrumento genérico que se tiene la intención de transferirlo a la Dirección General de Puertos “con quien hemos estado en pláticas para que sea el instrumento mediante el cual se puedan evaluar”.
En México operan 117 puertos federales, estatales, privados y los turísticos administrados por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), de los cuales 16 son considerados de interés general al ser la columna vertebral del transporte intermodal en manos de la Administración Portuaria Integral (API).
De estos en Tamaulipas operan 3, dos federales el de Tampico y Altamira, y uno de administración estatal en el Puerto Matamoros, donde los niveles de contaminación por emanaciones a la atmósfera son considerablemente altos.
La urgencia en acciones es mayor debido a que a partir del 1 de enero del 2020 se establece la regla que los buques no pueden operar con combustible alto en azufre y quien lo haga puede ser multado, exigiendo la norma para su funcionamiento uso de combustible con 0.5% de azufre, según el Anexo VII del Convenio Marpol.
“Normalmente usan combustóleo residual, que ya no se requiere, ahora se busca el refinado, ya que los buques se ligan a la emisión de azufre y partículas sólidas por el combustóleo consumido”, expuso el entrevistado, quien precisó que son los portacontenedores los de mayores emanaciones al aire.
VIRAR A PUERTO VERDE
Existe el interés de las autoridades mexicanas por certificar los recintos fiscales como Puertos Verdes, lo que consideraría aplicar una serie de estándares contenidos en el Sistema de Indicadores para Evaluar el Desempeño Ambiental de los Puertos Mexicanos.
“Ello implica que se cumpla no sólo con el medio ambiente, sino también parámetros sociales, económicos, políticos y ambientales”, expuso Gómez Smith.
La Coordinación General de Puertos, de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, cuenta con un programa que llamó Puerto Verde que ha cambiado al área de sustentabilidad, “porque no se tiene un instrumento para que todos sean evaluados bajo el mismo criterio, como éste”.
El Sistema propuesto contempla 40 variables que se analizan sistemáticamente bajo una metodología. En la zona sur de Tamaulipas abarcaría en el Puerto de Altamira puntos como el daño al cordón litoral y la vinculación del puerto con la ciudad, ejidatarios y grupos de interés; así como las culturales y conservación de la historia con la reconversión del Puerto de Tampico. En ambos casos se tomarían en cuenta las emanaciones al medio ambiente.
LAS RUTAS VERDES
La medida lleva amarras con el tema de las rutas verdes, que las líneas navieras marcan como los sitios donde toda la cadena tiene que cumplir con el medio ambiente.
Recientemente el Canal de Panamá ha sido declarado Ruta Verde, mientras que en México el único puerto en ajustarse a estos estándares es el Puerto de Ensenada -certificado como Puerto Limpio- al ser una extensión del clúster azul que abarca los puertos de Los Angeles y California.
En México “no se tiene la herramienta por parte de la Profepa -Procuraduría Federal de Protección al Ambiente-, ya que la Dirección de Sustentabilidad existe hace menos de un año, anteriormente no había quién llevara la política portuaria nacional en materia de medio ambiente”.
Hoy competería a la Coordinación General de Puertos, por medio de la Dirección de Puertos y la Dirección de Fomento aplicarlo, con colaboración de la Secretaría de Marina (Semar) ya que hay indicadores de su responsabilidad como cumplimiento del Convenio Marpol VI y disposición de desechos de dragado.
En cuanto a presupuestos “casi nunca se han considerado, porque no había una Dirección que lo llevara. El gobierno lleva la política pública en materia portuaria, pero aplicarlo corresponde a API y ellos sí tienen dinero para certificarse”.
Incluso se contempla que esta tesis pueda generar una adecuación a la Ley General de Puertos, donde se establezca el respeto al medio ambiente como prioridad y ajustarse a la Convención Sobre el Derecho del Mar (Convemar) y el Convenio Internacional para la Prevención de la Contaminación por los Buques (MARPOL) del que México sólo ha avanzado en tres de los seis conceptos contemplados.
“El problema es que si no se tiene reconocido un convenio no se puede castigar en esos términos, esa es una limitante”, refirió el tesista.
LOS BONOS VERDES PORTUARIOS
Para incentivar al cumplimiento de estos mecanismos se propone aplicar los Bonos Verdes Portuarios, como ya se maneja en Europa.
“El problema es que API considera que las tarifas son inamovibles, por ejemplo Ensenada lo planteó pero le dijeron que no se puede, lo que reduce los incentivos”, precisó.
LA INNOVACIÓN, OTRO PENDIENTE
De aplicarse este documento se tendría que comenzar con una encuesta de innovación, para conocer a fondo la tecnología que se está usando en los puertos a nivel nacional.
“No hay política de innovación, las terminales y los puertos se han quedado rezagados ya que en contratos de cesiones parcial de derechos son pocas las cláusulas que obligan a la vanguardia tecnológica”, dijo.
Ejemplo de ello es que en el manejo de los compuestos orgánicos volátiles emanados por los buques tanques petroleros y quimiqueros “deben ser recuperadas y mandados a tierra porque impactan al medio ambiente y el cambio climático, en un año son muchísimas, pero no se ha invertido en ello, es más ni se cuenta con un sistema de monitoreo de calidad del aire”.
Con la aplicación y cumplimiento del Sistema de Indicadores para Evaluar el Desempeño Ambiental de los Puertos Mexicanos las terminales nacionales se colocarían en el foco internacional de la Ruta Verde, se ajustarían a lineamientos internacionales como Puertos Verdes, se reducirían contaminantes y sin duda ello repercutiría en beneficios de la salud de zonas portuarias como la nuestra.