Todos hemos tenido un par de zapatos que ya sea por el uso o por tenerlos guardados mucho tiempo llegan a perder su magia; en la actualidad para muchos es más fácil desecharlos y comprar otros, pero algunos que aún creen que “todavía aguantan”, buscan devolverlos a la vida de muchas maneras.
En la Renovadora de Calzado de Tampico durante más de 30 años se han dedicado al oficio de volver a dar vida a aquel zapato o tenis que muchos damos por perdido. Su trabajo pareciera una verdadera transformación.
EL CUIDADO DEL AYER
Marco Antonio, experimentado zapatero con más de tres décadas en el oficio, compartió con nosotros que muchas personas han llegado a perder el valor de lo que representa un bonito calzado, pues antes el cuidado era más intenso.
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“Yo llevo 33 años en reparación, antes la gente te pedía garantía, eran más exigentes con el trabajo que se les hacía en sus piezas y era un trabajo mucho más detallado, no era nada fácil porque llegábamos a trabajar día y noche”, mencionó el entrevistado.
ESCASEAN ZAPATEROS
A pesar de que con los años las grandes industrias se enfocaron más en crear productos desechables para que vuelvas a comprar otro par de zapatos, Mario comentó que el trabajo para un zapatero no ha disminuido, pero considera que el oficio ha ido perdiendo auge con las generaciones.
“El trabajo no falta, lo que faltan son manos, son zapateros que se dediquen a esto, que sepan mínimo algo, gracias a Dios hay trabajo, pero a los muchachos de hoy ya no les interesa aprender”, explicó mientras inspeccionaba un par de zapatos.
UN TRABAJO DE DETALLES
Aquí en el taller se hacen reconstrucciones de piezas enteras, lo que lo convierte casi en un arte y para lo que Mario Antonio menciona se requiere tener buen ojo para los detalles.
“Lo que más piden es cosido y cambio de suela, hay que ser detallista, dedicarle al trabajo viendo que necesita la pieza, el moldaje y tener mucha paciencia, no es fácil”.
Añadió que lo más complicado es cuando le piden realizar una reconstrucción de una pieza, pues este se convierte en un trabajo que simulase una artesanía en la que busca mantener la forma original del modelo.
En los rincones del puerto es usual aun encontrar oficios que buscan mantener el espíritu de aquellos objetos que llenan de nostalgia a nuestros corazones, tal es el caso de los zapateros de Tampico, una labor que se llega a convertir en verdadero arte.