Varias administraciones municipales y federales han pasado con la promesa de reconstruir el llamado Cordón Litoral frente a las costas de Tamaulipas, que por el desgaste generado a partir de 1985 con la construcción de las Escolleras del Puerto de Altamira provocó la erosión y deslave de esta protección natural.
Ha quedado prácticamente desaparecido, lo que aumenta los riesgos en las costas ante la posibilidad de ser afectadas por marea de tormenta o fuerte oleaje que impacte de manera directa la zona cercana al mar.
Ahora se asegura que los trabajos de reconstrucción del Cordón Litoral se habrán de redoblar en este año con la finalidad de brindar la tranquilidad a los más de 35 mil residentes de las colonias que se encuentran en la zona de La Pedrera, Santa Elena, y colonias del norte de Ciudad Madero.
Para ello el Gobierno Federal asignó un techo financiero del orden de los 158 millones de pesos en el paquete fiscal del presente año.
“Dicho presupuesto será invertido en la reconstrucción del Cordón Litoral de Altamira y será por medio de la Administración Portuaria Integral y tiene como finalidad que estos trabajos nos garanticen la tranquilidad a las familias que se pudieran ver afectadas en determinado momento en un fenómeno hidrometeorológico que se forme en el Golfo de México y que nos afecte a nosotros en la costa sur”, indicó el diputado federal Erasmo González.
En base al plan de trabajo de reconstrucción de este Cordón Litoral destacan: las obras de construcción de seis rompeolas separados de la costa con una longitud de 500 metros y una separación de 375 metros entre estructuras; se ubicará a una distancia de 180 metros del margen de playa.
Con este tipo de infraestuctura se evitará que unas 35 mil familias de Madero y buena parte del corredor industrial de Altamira se inunden ante la presencia de una tormenta o huracán en la región.
Si bien es cierto que no estamos preparados para el impacto de un fenómeno de esta naturaleza, hay quienes opinan que es necesario por lo menos que alguno de estos ciclones se aproxime a costas tamaulipecas para dar de beber al sediento campo, reverdecer las praderas y aportar el agua a nuestras presas y sistemas hidráulicos que tanta falta nos hace.