Su corazón dejó de latir por unos minutos, pero su fe inquebrantable en Dios, el apoyo de su familia, amigos y el trabajo de los médicos le permiten gozar de una segunda oportunidad de vida.
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Don Lorenzo de la Cruz Alvarado, ingeniero de profesión, maderense de nacimiento y trabajador transitorio de Petróleos Mexicanos (Pemex), el pasado mes de marzo sufrió un paro respiratorio cuando se encontraba en su domicilio en calle Pénjamo de la colonia Miguel Hidalgo de Ciudad Madero.
Fue trasladado de urgencia para recibir atención médica en un centro hospitalario de la zona sur, pero los médicos por lo delicado que se encontraba sugirieron trasladarlo al Hospital Sur de alta especialidad en la Ciudad de México.
Ahí fue operado de urgencia a corazón abierto el 27 de mayo. Don Lorenzo comenta a El Sol de Tampico que por momentos pensó que ya no viviría, inclusive su corazón se paró y perdió el conocimiento.
"Tuve una recaída, tuvieron que darme descargas de electroshock y volví a nacer gracias a Dios", dijo.
Jessica Clarissa de la Cruz Pulido, hija de don Cruz Pulido, comentó que "me tocó cuidarlo aproximadamente 15 días en el hospital, más de una ocasión se despidió de mi estando en cama, me daba indicaciones y me decía que si él se iba lo sepultáramos junto a su madre, fue algo muy duro para mí, pero yo siempre le di ánimos. Le decía ‘no papá, eso no va a pasar’, ‘vas a regresar a casa’, ‘tienes dos nietos preciosos por los cuales seguir luchando, ¡échale ganas!’".
También aseguró que mientras cuidaba a su padre, por momentos salía a las calles de la Ciudad de México para entregar volantes a las personas y de esa manera conseguir donadores de sangre y plaquetas para que pudiera ser intervenido.
Al paso de los días el volanteo tuvo éxito, personas de buen corazón y sin esperar nada a cambio se comunicaron con la familia para ofrecer ser donadores y finalmente pudo ser intervenido.
Luego de estar en recuperación más de una semana y bajo los cuidados de su inseparable compañera de vida, su esposa Idalia Pulido Torres, por fin el milagro llegó, don Cruz Alvarado se recuperó satisfactoriamente y fue dado de alta el pasado 4 de junio.
Por su parte, Julia Concepción de la Cruz, también hija y de profesión doctora, reconoció al cuerpo médico el esfuerzo y alma que pusieron, agradeció también Pemex y los directivos todo el apoyo y facilidades, a la familia y amigos que se unieron para que su padre pudiera salir adelante.
"Gracias a Dios estamos en mi tierra que me vio nacer, Dios nos dio una segunda oportunidad de vida y quiero aprovecharla al máximo, con mi familia, amistades y seres queridos; mi familia y Dios siempre me tuvieron agarrados de la mano", dijo don Cruz.
"Dios me concedió una segunda oportunidad de vida y me permitió ver a mi Cruz Azul Campeón", así lo cuenta emocionado el hombre que, luego de una operación de más de 6 horas, fue a través de los gritos de “¡Gol! por parte de las enfermeras del nosocomio que ese día desde su celular veían la final del futbol mexicano entre el Cruz Azul vs Santos Laguna como se enteró del resultado.
Este día entre aplausos, lágrimas, plegarias y abrazos; familiares y amigos recibieron en el Aeropuerto Internacional de Tampico a Don Lorenzo de la Cruz Alvarado, quien bajó del avión y ocupó una silla de ruedas, enfundado en una camisa y un pants azul del equipo de sus amores, el Cruz Azul, ya que desde los cinco años es fanático y fiel seguidor.
Don Lorenzo está de regreso y dispuesto de aprovechar al máximo esta segunda oportunidad de vida.