La violencia de pareja se define como un “patrón de comportamiento abusivo en una relación íntima”. Puede presentarse en relaciones de amistad, noviazgo, en el matrimonio e incluso en relaciones extraconyugales. Una manera de prevención es detectar las señales de alarma en la conducta (llamadas “red flags (banderas rojas)” que denotan propensión a la agresividad.
Es probable que las dinámicas de abuso de poder se presenten en parejas de todos los géneros y estratos sociales. De acuerdo al Conavim y al Inmujeres, la violencia en pareja opera en un ciclo de tres etapas: tensión, violencia y luna de miel. Las primeras señales de alerta son: bromas hirientes, chantajes, mentiras, ignorar de manera deliberada, culpabilizar y descalificar.
¿Qué es el círculo de violencia en pareja?
De acuerdo con la Secretaría de Gobernación y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), la violencia en pareja opera por fases:
- Primero, acumulación de tensión: En este ciclo, el agresor muestra un comportamiento irritable e intolerante, mientras sus índices de frustración van aumentando. En este momento, la víctima recibe insultos, críticas y humillaciones por parte del agresor, quien busca aislarla y someterla.
- Segundo, estallido de violencia: En esta etapa ocurre la violencia física y se incrementa la violencia emocional.. Entre más tiempo permanezcan juntos, la víctima y el agresor, mayor será el peligro de que la relación desemboque en el grave deterioro físico y cognitivo de ambas partes.
- Tercero, luna de miel: En este lapso, el agresor promete que la situación va a cambiar, pide perdón por la conducta que mostró y comienza a comportarse de manera amable y generosa.
El ciclo de violencia se repite una y otra vez. Sin embargo, los especialistas advierten que conforme pase más tiempo, la luna de miel desaparece. Es decir, del estallido de violencia se pasa directamente a la acumulación de tensión y después otra vez al estallido de violencia.
Es usual que la parte afectada justifique el comportamiento de la persona violenta bajo los argumentos: “yo tuve la culpa”, “yo provoqué la agresión”, “no debí haber dicho o hecho tal cosa”, etc.
Tipos de violencia que se dan en una relación de pareja
La violencia tiene diversos tipos de manifestaciones, ya sea física, psicológica/emocional, sexual o económica. La Secretaría de Relaciones Exteriores explica en qué consiste cada una de ellas:
- Violencia física: Incluye pellizcos, empujones, bofetadas, jalar del cabello, mordeduras, golpes, patadas, quemaduras e incluso coacción para el uso de drogas y alcohol.
- Violencia psicológica y emocional: Consta de comentarios denigrantes, intimidantes y amenazantes. La víctima es aislada de su círculo de familiares y amigos, además de sus compañeros de trabajo y escuela. De igual manera, el agresor impide de manera activa el desarrollo integral de su pareja.
- Violencia sexual: Este tipo de violencia se da cuando una persona es obligada, ya sea a través de chantajes emocionales o agresiones físicas, a mantener contacto sexual de cualquier tipo.
- Violencia económica: En este caso, la parte agresora prohíbe a la víctima tomar control sobre sus finanzas, de tal forma que ella no puede disponer de su dinero ni de sus propiedades, las cuales son controladas por un tercero. También incluye la prohibición explícita de trabajar.
En todos estos tipos de violencia se efectúa un esquema de control y poder, el cual, señalan las Academias de Policía de San José, Costa Rica, incluye los siguientes comportamientos:
- Intimidación: miradas, acciones, gestos, gritos, junto destrucción de propiedad y artículos personales con el fin de coaccionar.
- Manipulación a través de hijos, amigos y familiares: el agresor suele hacer sentir mal a la víctima poniendo en duda, por ejemplo, su capacidad de ser madre, empleada/empresaria/profesional, amiga, hija, esposa, etc.
Aunado a lo anterior, están los llamados “juegos mentales”, con los cuales se busca desacreditar a la víctima, haciéndola creer que los problemas solo están en su cabeza. Una de las frases más características de esta conducta, verbigracia, son: “Estás loca”, “Ya vas a empezar otra vez con lo mismo” o “Como te gusta complicar todo”.
¿Qué son las red flags? Señales de alarma a las cuales poner atención
Aunque de manera reciente el término “red flags (banderas rojas)” ha sido empleado de forma incorrecta o incluso en sentido despectivo, su significado hace alusión a toda conducta que denote brutalidad.
La Unidad Politécnica de Gestión con Perspectiva de Género creó un Violentómetro para reflejar el aumento progresivo de violencia:
- Hacer bromas hirientes
- Chantajear
- Mentiras recurrentes
- Ignorar, aplicar ley de hielo
- Celar
- Culpabilizar
- Descalificar
- Ridiculizar y ofender
- Humillar en público
- Intimidar y amenazar
- Controlar (prohibir visitar familiares y amistades, usar cierto estilo de ropa, acudir a lugares determinados, etc)
- Destruir artículos personales
- Manosear
- Ejercer caricias agresivas
- Golpes leves
- Pellizcar y arañar
- Empujar y jalonear
- Cachetear
- Encerrar y aislar
- Amenazar con objetos o armas
- Amenazar de muerte
- Violación sexual
- Asesinar
En caso dado de que al leer este artículo, alguna persona detecte que ella o alguien cercano a su entorno sufre de violencia de pareja, se le aconseja encarecidamente buscar ayuda familiar y profesional de manera inmediata.
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La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones de los Hogares (Endireh) 2021 apunta que en Tamaulipas, el 32.7% de las mujeres mayores de 15 años sufrió de violencia de pareja. Ante la pregunta sobre qué puede hacer la víctima frente a su agresor, la respuesta es clara: correr, poner fin a la relación, buscar ayuda y no mirar atrás. De lo contrario, existe el riesgo latente de morir.