Como cada año, el árbol palo de rosa florece durante la primavera para llenar de color las calles y avenidas de la ciudades. Por supuesto, Tampico y Madero han quedado eclipsados por el color rosáceo de este efímero pero enigmático árbol.
Su nombre botánico corresponde al de Tabebuia rosae, es de rápido crecimiento y puede llegar a medir hasta 30 metros, con raíces robustas y extensas. Sus flores pueden ser de color blanco, rosa fuerte, rosa claro, inclusive rojo, aunque es escaso.
Suelen caer de marzo a junio durante la temporada seca, floreciendo de febrero a junio.
Es un árbol nativo del continente americano, se extiende desde México hasta Venezuela. En nuestro país, del sur de Tamaulipas a Chiapas y Campeche.
Según información de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) la madera de palo de rosa es de excelente calidad y se usa para fabricar muebles y gabinetes, postes, decoración de interiores, triplay, parquet, culatas para armas de fuego y ebanistería, entre otras cosas.
Además, tiene propiedades medicinales, pues reduce la fiebre y si su corteza se coce, es de gran ayuda para las personas que padecen diabetes, paludismo, tifoidea y parasitosis.
Datos de GreenPeace México y el Instituto de Geografía de la UNAM mencionan que cada cada año se pierden 500 mil hectáreas de bosques y selvas, lo que hace colocarnos en el quinto lugar de deforestación a nivel mundial.