Despertar y buscar un buen sitio para iniciar el día es rutina usual para muchos tampiqueños. Entre tantos lugares que tenemos para elegir, Caffeto se han vuelto una parada obligada.

Paseando por el centro, el aroma a café inunda los sentidos de los transeúntes y nos lleva a toparnos con un comercio que ha ganado una popularidad impresionante en el último par de años, por lo que se han vuelto una tradición.

Caffeto fue inaugurado en el invierno de 2015 y desde entonces el ahora conocido como “Café del Palacio” se ha posicionado en la preferencia de los trabajadores de la zona centro por su exquisito sabor traído de distintos lugares del país.

UNA MANCUERNA FAMILIAR

Fuimos recibidos por la administradora Guadalupe Pazzi García, quien amablemente compartió con nosotros una cálida entrevista donde relató cómo nace este bonito espacio.

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“La idea fue de mi hermano por el gusto al café, tenemos familia en Veracruz que se dedica a esto (la venta de café)”, el cofundador de esta bella cafetería y hermano de Guadalupe es Carlos Pazzi García, ambos, en una efectiva mancuerna familiar dieron vida a Caffeto.

Guadalupe declaró que el éxito de su negocio fue la calidad con la que trabajan el café, narrando que al principio el despegue fue lento, pero después sus comensales terminaron por afianzar su gusto por este espacio.

CAFÉ DE DISTINTAS PARTES DE MÉXICO

“El aroma del café siempre lo tenemos fresco, surtimos varias veces a la semana, pero sin duda la calidad es el sello de este lugar”, detalló la entrevistada.

Cabe mencionar que lo que vuelve este un templo para los amantes de esta bebida es que aquí donde se comercializan granos de café desde distintas partes del país.

“La zona cafetalera del país se concentra en estados como Oaxaca, Chiapas y Veracruz, tenemos de toda la zona cafetalera”, explicó Guadalupe, quien detalló que dependiendo la altura de donde es sembrado puede cambiar el sabor de manera radical.

PAREDES QUE NARRAN HISTORIAS

Tomar un café y recordar la historia de la zona es fácil en esta cafetería; pues múltiples fotos de décadas anteriores adornar las paredes del lugar.

Desde fotos de los huracanes que golpearon y dejaron huella en nuestra zona, los extintos tranvías y hasta estampillas forman parte del “minimuseo” con el que cuenta la cafetería, obra del hermano de la administradora.

Otro detalle que llama mucho la atención es que la mayoría de sus mesas están elaboradas con la base de antiguas máquinas de coser, que el mismo Carlos Pazzi ha hecho.

CAFÉ CON EL DESAYUNO

La costumbre nos dice que es usual que la acompañante de una buena comida sea una taza de café y aquí ha surgido el servicio de comidas porque muchos comensales querían acompañar su bebida con algún alimento, por lo que su carta se ha creado con distintos desayunos.

“Para nosotros es mucha satisfacción porque sí ha sido un trabajo arduo, pero agradecemos que aún con la pandemia hemos seguido aquí y gracias a nuestros clientes de cajón los tenemos aquí”, concluyó la entrevistada.

Con apenas seis años, el cafecito del palacio ya se posicionó en los corazones de aquellos que trabajamos por la zona centro y buscamos un rico sabor cálido en los labios, sabor #Usual que deja visitar este bello puerto.