El cielo no es el límite y claro ejemplo de ello son Adrián Bolaños, Iván Constantino, Hibeth Torres, Kevin Sánchez Briones, Alain Rivera y Jaime Rangel, seis jóvenes tamaulipecos que dejaron de soñar con ser astronautas para serlo, o al menos para colaborar muy de cerca con la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA).
Los alumnos de las ingenierías Industrial y Mecatrónica del Tecnológico de Monterrey comenzaron desde cero y han logrado desarrollar tecnología tan innovadora que es necesario trasladarse hasta Asia para probarla, perfeccionarla y, en su caso, aplicarla.
“Todo empezó hace un año cuando el Dr. Sajjad Keshtkar abrió una convocatoria para quienes desearan colaborar con él, Kevin y yo aplicamos”, recordó Ibeth Torres. La joven de 22 años destacó que tras la investigación con su profesor surgieron nuevas ideas y precisamente esos son los proyectos que estarán presentando en el otro continente.
“Son dos proyectos, en general ambos sirven para ayudar a un satélite a que se posicione en algún lugar, hacer que gire. Esto ayudará en el tema de la basura espacial, para recogerla o evitar que colisione con la infraestructura espacial, porque es una amenaza para las comunicaciones”, remarcaron.
Ellos se encuentran desarrollando instrumentos innovadores en dicha área, ya que actualmente no existen este tipo de dispositivos y por ende, la Universidad Metropolitana de Tokio está muy interesada en los mismos.
“Realmente es algo muy innovador en la industria aeroespacial y si todo sale bien se tiene pensado que de aquí a dos años ya se implemente esta tecnología en satélites. La idea es lanzar un satélite que ya tenga bases en estas investigaciones porque los proyectos de nuestros profesores son de Jaxa”, comentaron en entrevista.
CADA UNO NECESITA UNOS 80 MIL PESOS, REQUIEREN AYUDA
Ni la aventura o la emoción de ver sus sueños hechos realidad ha hecho que estos jóvenes talentos quiten los pies de la Tierra, ya que aunque estudian en el Tecnológico de Monterrey Campus Tampico, los seis son becados y no cuentan con los recursos suficientes para hacer el viaje de tres semanas.
“Aplicamos para la convocatoria y ya nos aceptaron en la Universidad Metropolitana de Tokio en este intercambio, pero no hay una beca como tal. Ahorita estamos buscando difusión y apoyo porque es un programa internacional de nuestra institución, pero no incluye apoyos económicos, solo nos dan un financiamiento del 50 por ciento que al final también tendremos que pagar”, señalaron los estudiantes oriundos de la zona conurbada.
Por lo anterior, indicaron que ellos deberán saldar el costo del programa, así como los transportes, el vuelo y la alimentación, “estimamos que son un aproximado de 4 mil dólares lo que necesitamos, porque el programa cuesta 2 mil 900 dólares, los gastos de vida allá son de otros mil 70 y eso sin contar el avión. Son como 80 mil pesos mexicanos por persona”.
Para la aventura que debería iniciar el 13 de enero y concluir el 31 de ese mismo mes, los futuros ingenieros ya están buscando apoyos y tocando puertas, como Kevin, quien estuvo presente a través de una video llamada, ya que se encuentra trabajando como albañil en Estados Unidos para solventar no solo el viaje, sino el resto de sus estudios universitarios.
“Ya estamos trabajando en eso; cuando escuchan que somos del Tec de Monterrey piensan que por ser privada tenemos dinero, pero la verdad es que somos becados. Eso sí, nos esforzamos mucho, todos en algún semestre tuvimos el “Be Honor” de 95 de promedio y hemos trabajado en actividades de emprendimiento y grupos estudiantiles”, manifestó.
POR FALTA DE APOYO CEREBROS SE VAN
En cuanto a la fuga de “cerebros”, describieron que es un tema muy sonado en el ámbito de la tecnología y comentaron que al buscar ayuda del gobierno lo único que obtuvieron fue un rotundo 'no'.
“El Conacyt -Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología- sí apoya, pero no a proyectos emergentes, tendrías que aplicar con anticipación de seis meses y a veces las oportunidades surgen de imprevisto. Ya fui a gobierno y a otras instituciones y me dijeron que apoyos de este tipo no hay, que están cerrando el 2019 y todo el dinero ya está destinado para otras cosas”, aseguró Ibeth.
Pese a todo, se mostraron felices y muy entusiasmados, remarcando que la difusión de su historia no solo servirá para, quizá, conseguirles recursos, sino también para que más mexicanos vean que sí se puede.
“Que no se desanimen cuando vean costos o se enfrenten a la falta de dinero; que den su mejor esfuerzo y luchen por participar en proyectos grandes” refirió Kevin, quien aseguró que “el año pasado cuando empezábamos no sabíamos nada, nos ponían a leer artículos científicos que tardábamos semanas en comprender y pasábamos día y noche leyendo, estudiando, tomando café para despertar e ir a la escuela. Es pesado, pero vale la pena porque realmente nos apasiona”.
Bromean y se divierten entre ellos al recorrer las instalaciones de El Sol de Tampico, teniendo siempre en cuenta que el tiempo se agota para lograr la meta de llegar a Japón y poder coadyuvar con adelantos mundiales en aeronáutica aplicables en el espacio.
Más sobre los jóvenes destacados:
- Adrián Bolaños Nava
- Ingeniería Mecatrónica
- 19 años
- Iván Constantino Hernández
- Ingeniería Industrial
- 21 años
- Hibeth Torres
- Ingeniería Mecatrónica
- 22 años
- Kevin Sánchez Briones
- Ingeniería Mecatrónica
- 20 años
- Roberto Alain Rivera Bravo
- Ingeniería Mecatrónica
- 21 años
- José Jaime Rangel Rubio
- Ingeniería Mecatrónica
- 21 años
Otros datos del viaje:
- Duración: 13 al 31 de enero
- Costo de vida en Japón: mil 70 dólares mensuales
- Costo del programa: 2 mil 900 dólares
- Total: 4 mil dólares, equivalente 80 mil pesos mexicanos aproximadamente