A petición de feligreses, la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, en la zona centro de Ciudad Madero, no ha suspendido las misas, ya que su deseo es estar cerca de Dios para pedirle por la crisis de salud que se vive en el mundo, más las autoridades del templo han establecido espaciar los sitios donde estos se sientan en las bancas, para guardar la sana distancia.
"Se les dijo que se suspendían las misas, pero insistieron en venir a la celebración porque sobre todo en este momento de crisis ellos externan su deseo de estar cerca de Dios, para pedirle que nos ayude en esta situación de pandemia en la que vivimos", comentó el párroco Daniel Zapata Huesca.
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Accedieron a realizar las ceremonias dominicales y una diaria a las 8 de la noche, pero tenían que cumplir con las medias higiénicas que marca el Sector Salud y el gobierno eclesiástico, por lo que se suspendieron las clases de catecismo, reuniones, clases de adultos y jóvenes.
“Los feligreses nos pidieron también tener la capilla abierta para venir al Santísimo para pedirle a Dios que nos ayude", refirió el clérigo.
El padre Zapata Huesca dijo que "se les ha dicho que no tienen obligación de venir a la misa, que el Episcopado Mexicano disculpó de la obligatoriedad de asistir y que no hay pecado alguno, pero aun así hay personas que quieren asistir".