Sam es originario de Sri Lanka al sur de la India, en Asia y desde hace seis años que llegó a vivir a Tampico uno de sus mayores gustos es acudir a la plaza de la Libertad para alimentar las palomas.
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Es pensionado y ahora se dedica a disfrutar su vida lo más tranquilo posible, ya que por muchos años trabajó en Canadá y ahora eligió este puerto para descansar.
“La vida en Tampico es muy barata y muy tranquila, se puede vivir aquí muy bien, puedes comer de todo“, comentó Sam a El Sol de Tampico.
Buscó radicar en esta ciudad huasteca porque apenas llegó le gustó desde la gente, su variada comida y el ritmo tranquilo del puerto, a diferencia de otras ciudades como la Ciudad de México “donde todo es muy rápido” mencionó el esrilanqués.
También el clima fue algo que le gustó de Tampico, que a diferencia de Canadá donde es muy frío, aquí sus días son cálidos y pacíficos.
“De Tampico me gusta la gente, es muy tranquilo, chiquito y acogedor” refirió el hombre llegado desde el otro lado del mundo.
Su gusto, verdaderamente peculiar, es darle de comer a las aves, lo que lleva haciendo poco más de seis años al acudir todo los días la plaza ubicada en medio del centro histórico, para entre enormes edificios y un clima cálido dar maíz y pan a sus “amigas” las palomas.
“No soy el único, otra gente viene con pan a darles de comer, vienen dos o tres personas más que también disfrutan hacerlo” dijo Sam mientras lanzaba el alimento a sus leales compañeras cada tarde.