El panorama para que los niños de Tamaulipas regresen a su escuela este mes de mayo es más que incierto; ya que no todos los planteles están en condiciones de recibirlos y el miedo a una proliferación masiva del coronavirus es latente.

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Aunque como parte de la estrategia federal contra el Covid-19, en la entidad se realizó la aplicación de 90 mil 515 vacunas de una sola dosis al personal educativo de todos los niveles, esto no es suficiente para abrir las puertas de las escuelas, ya que apenas 50% de ellas se encuentran en buen estado.

“La escuela está deteriorada, como se puede ver, por el tiempo que ha estado vacía, pero aparte de la limpieza, vamos a darle mantenimiento”, declaró a EL SOL DE TAMPICO, Sixta Bautista Juárez, directora de la primaria Artículo 123 "Profa. Aurelia García Rodríguez", ubicada en Ciudad Madero, al sur de Tamaulipas.

Este plantel que se encuentra a punto de cumplir 100 años, es considerado como uno de las mejores equipados y con alto nivel de aprovechamiento escolar, no obstante, la pandemia y la obligación del estudio en línea ha hecho estragos en su infraestructura.

“Hay que chapolear la hierba que creció mucho, la limpieza, la sanitización, ver los espacios deteriorados para darle una resanada, se han pegado los climas, la copiadora; todo hay que darle mantenimiento”, detalló.

Señaló que aún y cuando se cumplan con los protocolos de limpieza, hay temor de regresar y prolifere el virus.

“No deja de ser un riesgo aún, sabemos que no está domada al 100% la pandemia, va a ser muy complicado que un niño siempre traiga el cubrebocas, que se estén lavando a cada rato las manitas, va a ser un trabajo doble”, advirtió.

“Nuestras aulas son reducidas en un aula teníamos entre 30 y 38 niños, estaban amontonados, con sana distancia hoy cabrían 10”, agregó.

REQUIEREN MANTENIMIENTO

El director del Centro Regional de Desarrollo Educativo (Crede), Cruz Sainz Hernández señaló que en Ciudad Madero la mitad de las 294 escuelas, entre públicas y privadas se encuentran en un estado adecuado para que regresen los alumnos.

“Son problemas hidráulicos, son problemas eléctricos, pero a partir de este nuevo inicio se estuvieron checando los padres de familia nos estuvieron apoyando mucho para la cuestión de mantenimiento de planteles”, destacó.

El Instituto de Infraestructura Educativa de Tamaulipas, así como el Crede realizan un análisis para determinar las necesidades.

“Para regresar hay que estar en semáforo verde, que ya lo estamos, que los maestros estén vacunados y el tercer punto es que las escuelas estén en condiciones”, enfatizó.

Mientras que en Tampico, 30% de unas 160 escuelas públicas y particulares presentan daños tras el cierre por confinamiento.

“Son escuelas que realmente tienen situaciones, a lo mejor los padres de familia que no quieren ir o lo toman a juego, o lo harán cuando regresen, son pocas, pero ya depende de ellos”, informó la jefa del Crede en esta ciudad, Ana Berta Vázquez Hernández.

Ambos coordinadores de Tampico y Ciudad Madero, apuestan al regreso con el apoyo de los Comités de Salud, creados uno en cada plantel con la colaboración de padres, maestros y autoridades.

“Por parte del Gobierno del Estado se ha conformado un comité de salud para cuando se autorice el regreso a las clases en la escuela. Para que ellos estén pendiente de este mantenimiento cuando las escuelas se abran”, añadió.

ESCUELA VÍCTIMA DE VÁNDALOS Y EL OLVIDO

Con cristales rotos, sin cableado eléctrico y con una barda destruida a punto de desplomarse es como se encuentra el jardín de niños Bertha Monglumer Leiva, ubicado en la colonia Felipe Carrillo Puerto, un sector de escasos recursos de Altamira.

En un recorrido realizado por El SOL DE TAMPICO se observó que una gran parte de la barda se cayó y que el resto está a punto de hacerlo, además de que las puertas de tres salones fueron arrancadas y los cristales de las ventanas estrellados con piedras.

“La escuela sí estaba funcionando, llegó la pandemia y se cerró, luego se cayó un pedazo de barda y la gente se metió a hacer destrozos”, relató Alejandra Gómez, habitante de este lugar.

A principios de marzo de este año, vándalos desactivaron la alarma de emergencia para introducirse al plantel, robándose 13 equipos de cómputo que habían sido donados por una empresa y que se encontraban en el aula de medios, 3 aires acondicionados, 5 ventiladores, un multifuncional y 2 bocinas.

De acuerdo con los vecinos, el plantel ha sido robado en diversas ocasiones sin que las autoridades hayan dado con los responsables.

PLAN PILOTO EN TAMAULIPAS

En Tamaulipas las puertas de los planteles no se abrirán de par en par, aún y cuando todos los maestros hayan recibido la vacuna; la administración estatal aplicará un plan piloto en 50 escuelas, que comenzará en los ejidos.

El gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca anunció que este proyecto se pondrá en marcha una vez que hayan pasado 15 días de la inmunización a docentes, es decir, a mediados de este mes.

“Se hará con mucha prudencia y seguramente pasarán algunas semanas o meses para valorar el regreso a clases, no queremos que se generen falsas expectativas”, puntualizó.

PADRES RECHAZAN REGRESAR

Padres de familia del sur de Tamaulipas no consideran viable regresar a clases, al menos en este año, pues consideran al no vacunar a los niños, ellos son quienes podrán llevar el virus a casa.

“El riesgo mayor son los niños, de cada 10 niños 9 son asintomáticos, ellos son transmisores del virus adultos mayores, esto lo vuelve más caótico y el niño no tiene síntomas y no se va a saber que tiene Covid”, indicó el presidente de la Unión de Padres de familia del Sur de Tamaulipas, David Hernández Muñiz.

Sostuvo que en el proceso de vacunación docente, aún queda personal extra que no se ha contemplado para inmunizar.

Después de más de un año de tomar clases de forma virtual, los niños quieren volver a su escuela, reunirse con sus amigos, compartir su desayuno y correr por el patio; no obstante, autoridades, padres de familia y maestros saben que la amenaza es grande, que para regresar, se requieren escuelas seguras, pero sobre todo, vencer o al menos controlar al virus que llegó para cambiarlo todo.