Mediante el hashtag #AunqueNoTeConozcaPiensoEnTi y como un respiro en medio de la crisis de salud que se vive en el mundo, un grupo de jóvenes activistas tampiqueños se han unido para crear conciencia en la prevención del suicidio.
Pegando mensajes de aliento, amor y apoyo a las personas que atraviesan por algún problema psicológico, depresivo o económico y de manera errónea buscan escapar por la puerta falsa del suicidio los convocan a valorar la vida y saber que siempre harán falta a alguien.
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Comenzaron por el Puente Tampico, considerado uno de los trampolines mortales más comunes en la región, mismo que desde su inauguración el 17 de octubre del año de 1988 ha sido escenario de innumerables muertes.
Desde hace dos años Édgar de la Cruz, Nicolasa Niño, Ana Ramírez y José Hernández acostumbran recorrer ocasionalmente los mil 543 metros de longitud del atirantado, para pegar en los barandales mensajes de aliento.
Frases como: “Mañana tienes otra oportunidad, no te rindas”, “Dios nunca nos abandona, sé fuerte”, “Qué triste sería que cuando todo se arregle, tu ya no estés”, “Todo pasará, los malos tiempos vinieron a enseñarte, no a quedarse”, “Si estás pasando por un mal momento, sigue caminando, lo malo es el momento, no tú”, “Respira, tú eres una persona valiosa, sólo relájate, disfruta de la vida y sigue caminando”, integran esta campaña de aliento.
“La finalidad es concienciar sobre los padecimientos mentales y trastornos de la personalidad y tomar conciencia sobre la atención a la salud mental a través de mensajes pequeños, hay algunos que son más chuscos, otros más serios, espirituales y creemos que por medio de estas pequeñas acciones se logran grandes cosas”, comentó Nicolasa Niño.
Los expertos en salud mental aseguran que las personas que piensan en quitarse la vida, regularmente es por que están pasando por un momento difícil y lo atribuyen también a que son sustancias químicas que dejan de segregarse en el cerebro como lo es la serotonina, que ayuda a regular el estado de ánimo.
“Es por eso que la persona que ha pensado atentar contra su vida, al ver un mensaje bonito, algo chusco o espiritual, esta sustancia se eleva un poco y puede incidir en el caso de las personas que están deprimidas el deseo de quitarse la vida, se animan y ya no lo hacen, les da risa, alimentan su espíritu”, dijo.
Su labor no termina pegando mensajes, también brindan apoyo con ayuda de médicos expertos y en promedio canalizan de 6 a 10 personas por semana a diferentes hospitales de la zona, donde reciben medicamento y apoyo psicológico de manera permanente.
Son en su mayoría niños y adolescentes, que también solicitan algún otro tipo de ayuda, que se sienten aislados, solos o en condiciones de intranquilidad, quienes encuentran en este grupo de activistas una luz en el camino.
Sin duda esfuerzos como este ponderan la solidaridad humana, los lazos entre iguales, la empatía con el sufrimiento, las ganas de impulsar a seguir avante y de no tomar una determinación mortal. Una labor plausible, encomiable y sin duda que destacar.