El Centro de Integración Juvenil de Tampico alertó a padres de familia y maestros sobre la práctica de juegos altamente mortales entre los jóvenes de escuelas de secundaria y preparatoria, para ganar aceptación y popularidad en redes sociales, poniendo en peligro su vida y salud.
A la "moda" de bañarse con cubetas de agua helada o caliente, ingerir detergente, cortarse la piel en brazos y piernas, se agrega hoy el pasatiempo de asfixiar a los compañeros hasta hacerlos perder el sentido o convulsionar, pudiendo provocar daños cerebrales irreversibles o la muerte, advirtió el director del CIJ Tampico, Jorge Ávalos Castelán.
El propósito sólo es ganar "likes" en redes sociales o hacer virales los videos, lo que torna imperativo mayor comunicación y cuidado de los paterfamilias. Involucrarse con sus hijos para conocer sus gustos o las actividades que hacen en sus tiempos libres, ante la creciente manipulación que existe en las redes sociales y que conduce a los chicos a conductas peligrosas que ponen en riesgo su vida.
Aunque no se ha identificado la práctica de esas diversiones mortales, en escuelas secundarias y preparatorias locales, los videos de jóvenes que interrumpen su respiración con ahorcamientos o apretando la garganta y lograr que se desmaye o provocar convulsiones se multiplican en Internet, lo que llama a los adultos y autoridades escolares a cuidar los comportamientos de los adolescentes.
En esta época, la juventud busca ganar aceptación social y tener altas sensaciones de adrenalina con estos retos, que pueden desencadenar su muerte o detonar padecimientos si tienen disposiciones genéticas y ocasionar crisis en su salud, añadió.
El director del Centro de Integración Juvenil de Tampico, organismo dedicado a las campañas de prevención de consumo de alcohol, drogas y conductas que dañan la salud de la juventud, dijo que toca a la sociedad hacer un análisis de lo que sucede en la comunidad de los jóvenes y que propician la naturaleza de esos pasatiempos.
En ese sentido, habló de la necesidad de orientarlos a ocupar sus tiempos libres en actividades productivas como el deporte, el arte o la cultura y evitar que el aburrimiento y la ociosidad los conduzcan a prácticas que atenten contra su vida.