Antes que tuviera una carretera o un tren, la ciudad ya tenía los ríos por donde entraban todo tipo de mercancías y llegaban personas de todas partes del mundo, así fueron estableciéndose los caminos del agua que aún hoy persisten. Llegar a Tampico en lancha era lo más cotidiano, habitantes de todos los puntos cercanos tenían o conocían a alguien que contaba con una embarcación para llegar al puerto.
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Derivado del movimiento económico que generó la fundación del último Tampico, el comercio de mercancías empezó a concentrarse en el punto donde los ríos Pánuco y Tamesí se entrelazaban, en la zona que hoy conocemos como los mercados municipales. Ahí creció el transporte de pasajeros acuático, entre Tampico y la zona norte de Veracruz, con un paso de lanchas que traía a los antiguos pobladores de la ciudad a esta parte de Tamaulipas.
Por eso los primeros pasos de lancha que fueron de pasajeros llegaban a los mercados de Tampico y al crearse la Isleta Pérez como zona industrial se generó también un cruce por el río que se empezó llevar y traer a los cientos de trabajadores que vivían en el norte Veracruz; al igual que la industria petrolera género cruces del río en distintos puntos hacia el norte de la ciudad y que después quedaron algunos en Ciudad Madero.
Con el paso de los años, debido a múltiples necesidades, se fueron generando varios pasos de lancha a lo largo del río, la mayor parte identificados por características que tienen las áreas donde se crearon así el de "Los Cocos" ubicado en la zona de la puntilla de Tampico por ser un área de palmeras; el Casa Blanca, en la colonia Tamaulipas, por ubicarse en esta parte la casa pagadora de los alijadores que era una construcción de madera pintada de blanco.
El del "Humo" por estar un árbol de esta especie en el lugar; el del "106" por una máquina de ferrocarril que estuvo ahí y que se encuentra cercana al Puente Tampico al igual que el Emiliano Zapata. En Ciudad Madero el Bosnor, del "Zacate" y el "Chacalaco" por tener estás aves en abundancia.
Sin embargo, fue a finales de la década de 1960 cuando se empezó a dar formalidad a este transporte, que hoy en día traslada de un margen al otro del río Pánuco a miles de personas todos los días, los boteros fueron organizándose y se creó en 1969 la Unión de Boteros al Servicio del Pueblo, Tampico-Anáhuac S. A., que daban ya el servicio en lo que se llama ahora El Paso Casa Blanca.
La actual directiva de la Unión de Boteros al Servicio del Pueblo, Tampico-Anáhuac S. A. la conforman Mariano Moreno Del Ángel (presidente), Felipa Irene Lincer Martínez, Rodrigo Hernández Arteaga, Luz Medellín Meza, Ana Lucia Villanueva González y Benjamín Esquivel Ruiz.
El presidente actual de la Unión de boteros del Paso Casa, Blanca Mariano Moreno del Ángel, comenta que por la década de 1960 se realizaron las compras de los primeros motores fuera de borda para las embarcaciones, lo que inició una modernización en todos los cruces de lancha de pasajeros que se ubican a lo largo de la zona urbana en las márgenes de los ríos.
Cada uno de los ocho pasos de lanchas tiene su propia organización, señala, y se fueron formando conforme a las necesidades que se generaban en cada sector, creciendo siempre del lado del norte Veracruz los cruces, pues los habitantes deben de acudir a sus trabajos, a sus escuelas o realizar diversas compras a Tampico, llegando a miles todos los días quienes cruzan el río.
"El cruce se hacía a remo en todas direcciones a dónde se quería ir, por eso las lanchas tenían poca capacidad y tardaban más en llegar. Antes de todos los puentes que se tienen ahora entre el norte de Veracruz y Tamaulipas, para llegar a muchos lados se tenía que ir en lancha y la gente prestaba sus servicios, siendo el que iba a Tampico el más solicitado y que se formalizó con tarifas", comenta Luz Medellín Meza, delegada de la Unión de Boteros de Casa Blanca.
Por separado, Ana Lucía Villanueva González, delegada también de la Unión, comenta que "en lo que se refiere el paso Casa Blanca, surgió como parte de las necesidades de la Congregación Anáhuac para tener un transporte público directo hacia Tampico y se requería por el crecimiento que tenía este sector, siendo el primero en organizarse y generando que los otros también se constituyeran formalmente.
Mientras que la secretaria administrativa de la Unión de Boteros de Casa Blanca, Felipa Irene Lincer Martínez, indica la modernización de las embarcaciones trajo consigo también distintos lineamientos de seguridad que se vinieron acatando, pero también necesidades en los muelles de donde se da el servicio, siendo el principal actualmente la iluminación que ya se ha solicitado a las autoridades de Tampico para contar con luminarias en esta área.
Dentro de estos transportes existen ahora concesionarios de 37 lanchas en esos ocho pasos, ubicados cinco en Tampico y tres en Madero, que trabajan de 5:00 a 00:00 horas, uno trabaja 24 horas y que hasta antes de la pandemia por ellos cruzaban poco más de 22 mil personas todos los días.
Los pasos de lanchas, además de un atractivo de la zona, son áreas muy activas en comercio y servicios, todo gracias a los caminos del agua que nacieron juntos con la llegada de los primeros pobladores y que siguen dando la ciudad una diversidad y colorido en muchas de sus actividades.