La recurrencia en diversas quejas por parte de las usuarias en las áreas de ginecología del Sistema Nacional de Salud provocó ya un programa especial por parte de las autoridades para evitar la violencia psicológica y de género que se registra en las salas de parto.
Aunque no se tiene un registro oficial sobre todos los casos de violencia que se presentan en estas áreas hospitalarias, se tienen conocimiento que efectivamente se presentan de manera común, por lo que se busca una estrategia de sensibilización para el personal y disminuir la incidencia.
Señaló la secretaria de Violencia Familiar, Sexual y de Género de la Secretaría de Salud en Tamaulipas, Laura García Sáenz, quien menciona que es viable tipificar como un delito esta situación ya que en diversos casos llega al extremo de ocasionar secuelas en quienes van a tener un bebé por primera vez, pues la mayoría son jovencitas que deben de enfrentar diversas circunstancias que implican una violación a sus derechos como seres humanos.
“La violencia obstétrica es un problema real y se ha ido trabajando desde hace años para evitar que se presente, actualmente se realiza un Taller para sensibilizar a enfermeras, doctores y personal en general, el programa se llevará a varios centros hospitalarios del estado”, expone.
Por separado Irma, quien vive en la ciudad de Altamira y está en el octavo mes de gestación de su segundo hijo, menciona que en su parto anterior el personal del IMSS tuvo diversas acciones con ella, como hablarle de mal modo, hacerla esperar de más y no dar informes a sus familiares de cómo se encontraba.
Comenta que sus hermanas le han referido de diversas burlas que se le hacen a las personas cuando están en labor de parto. Además que permiten el acceso a personas que son practicantes, situación que muchas veces se incomoda a quienes están dando a luz, por lo que sí es necesario un cambio de actitud en estas personas.
Añade que “es muy común que te cuenten cosas de todo lo que te dicen en las salas de parto, sobre todo en las más jóvenes que llegan por primera vez a tener un hijo y son en muchas ocasiones puestas en evidencia o maltratadas por quienes se supone deben de atenderte.
“La violencia más recurrente es que se le hace referencia a su vida sexual, a su físico, la verbal, incluso a su situación económica, pero la que se da con mayor frecuencia es que les hacen burla cuando gritan o están en la labor de parto”, expone García Sáenz.
La funcionaria del Sector Salud en Tamaulipas añade que es viable que esta violencia se clasifique como un delito por parte del Congreso del Estado, para de este modo las quejas que se presenten tengan el seguimiento debido y de este modo disminuir la incidencia de esta situación en las unidades de salud.