La zona sur de Tamaulipas y el norte de Veracruz ha sido una región reconocida por su histórica industria petrolera que hoy se desarrolla en Ciudad Madero, pero en el siglo pasado Mata Redonda, del lado de Pueblo Viejo, fue un gran complejo procesador y en el presente sólo conserva unas catacumbas recordando la industria que fue.
Denominadas “catacumbas” por los locales o “la morgue” por trabajadores petroleros, envuelven una gran historia a más de 50 años de ser abandonadas, que tanto a grandes como a chicos les ha llamado la atención el descubrir qué esconde este sitio.
Refinería de Mata redonda, el sitio donde laboró Lázaro Cárdenas
En 1915 se estableció en el poblado de Mata Redonda la Refinería Huasteca Petroleum Company, la cual estuvo en funcionamiento hasta 1968, cuando fue cerrado por cuestiones políticas y gubernamentales, mencionó el cronista de Pueblo Viejo, Martín Pérez San Martín.
Fue en esta refinería en la que Lázaro Cárdenas estuvo trabajando de 1925 a 1928 como jefe de operaciones y donde se dio cuenta del trato que los extranjeros le daban a los trabajadores mexicanos.
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“Se dio la oportunidad de conocer los desmanes que hacían con los trabajadores mexicanos los extranjeros, de ahí el general Lázaro Cárdenas se lleva la idea para cuando llega a ser presidente de la República, nacionalizar la industria petrolera”, dijo el historiador.
Mediante el sonido de un silbato era como se daba el aviso de los cambios de turnos y horas de descanso para los trabajadores en el complejo petrolero que estaba en funcionamiento las 24 horas del día, durante todo el año.
En 1968 se suspenden definitivamente las actividades, por lo que los trabajadores tuvieron que migrar a otros estados; año con año regresan para recordar lo que fue esta gran industria y su apogeo en la primera mitad del siglo pasado.
El recuerdo de la industria petrolera
En uno de los pilares del Puente Tampico, del lado norveracruzano, se encuentran los que las personas llamaron “catacumbas”; después del cierre de la refinería, todas las estructuras metálicas fueron tomadas por los locales y vendidas, con los años sólo quedó un gran tanque de almacenamiento de agua y la estructura subterránea donde se encontraban las tuberías del petróleo.
San Martín describe las catacumbas como una estructura de cinco niveles por debajo de la tierra, donde se encontraban las tuberías que abastecían a los buques transportadores del llamado oro negro.
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“Es una plataforma que va hacia abajo, de cinco pisos, tenía una tapa de un registro, que levantamos y nos metíamos. Entrábamos y había una escalera de fierro, en la primera planta, que es arriba, a ras de piso, había puertas o ventanas pequeñas donde había válvulas gruesas y grandes, que controlaban la caída del petróleo al Paso 106”, recordó.
Los pisos inferiores eran laboratorios donde se hacían explosiones del proceso de los derivados del petróleo, por lo que las paredes y techos de estos pisos son muy gruesos, para evitar daños en la refinería.
“Más abajo entrábamos y era lo mismo, ahí ya había tuberías completas, ya que era por gravedad que se llenaban los buques de petróleo, estaban de forma inclinada hacia el paso 106”, indicó.
Las "catacumbas" como albergue y morgue
En 1955 cuando el Huracán "Hilda" azotó los estados de Tamaulipas y Veracruz, este sitio sirvió como albergue y también para almacenar los víveres para la población, ya que estaba en una zona donde el fenómeno meteorológico no había hecho tantos daños.
Por otra parte, se dice que años más tarde las "catacumbas” servirían como morgue, en donde se depositaban los cuerpos de un antiguo hospital que se encontraba donde hoy está el pilar del Puente Tampico del lado de Veracruz. Esta historia, aunque es muy sonada entre la población, no ha sido comprobada.
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El cronista indicó que, en su tiempo escolar, junto con sus compañeros se hacía “la pinta” a estas ruinas, además, estudiantes de Tampico que sabían de este lugar de igual forma llegaban motivados por la curiosidad de qué podía haber dentro.
Sin duda las "catacumbas” de Mata Redonda están llenas de historias, que algunos por el misticismo y el misterio acuden a explorarlas; otros regresan para recordar lo que algún día fue una de las refinerías más importantes de México.