Las 70 casas de empeño en Tampico, Madero y Altamira son sometidas a verificación por inspectores de la Procuraduría Federal del Consumidor para comprobar que en esta "cuesta de enero" no cometen malas prácticas comerciales contra pignorantes que para cubrir sus necesidades básicas recurren a este tipo de préstamos.
El subdelegado de la Profeco, Alejandro Calderón Hidalgo, dijo que si bien no se han multado negocios por incumplir con su obligación con los consumidores, las inspecciones están enfocadas a que proporcionen información suficiente sobre los intereses a pagar por refrendos, pero también que no acepten artículos robados.
En esta temporada hay un incremento considerable del empeño entre las familias, quienes dejan en resguardo desde herramientas, artículos domésticos, teléfonos celulares y otros muchos artículos a fin de obtener dinero extra que les permita afrontar sus gastos básicos.
Son seis o siete firmas y promedian las 70 sucursales que atienden a un alto número de la población económicamente activa (PEA) que no tiene acceso a créditos bancarios, pero sí tiene necesidades concretas de financiamiento, de ahí que el crédito prendario se convierta en una opción más en el mercado financiero.
De acuerdo con el INEGI, el 38% del total de la población de 18 a 70 años recurrió a pedir prestado y, de estos, 20% acudió a una casa de empeño.