Desencanto, hartazgo hacia la política, campañas poco atractivas y ahora las limitaciones sanitarias por el virus SARS-CoV-2 podrían ser combinaciones peligrosas para que el fantasma del abstencionismo se extienda sobre las urnas el próximo domingo 6 de junio.
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Según diversas estimaciones son los jóvenes y las mujeres quienes menos interés muestran en participar en los comicios, lo que podría elevar la cifra de no votantes.
Para ello organizaciones civiles y gubernamentales impulsan una intensa campaña para incentivar la asistencia y que esta se convierta en una verdadera fiesta cívica.
Hombres y mujeres de entre 20 y 35 años de edad son los que muestran menos interés en participar, a lo que se agregan los mensajes de desprestigio de algunos actores políticos que han enturbiado el proceso de elecciones intermedias, advierte el abogado David Guajardo Bárcenas, presidente de la Comisión Ciudadana del Distrito 8 en Tampico y Madero.
En las próximas elecciones serán renovadas alcaldías y diputados locales en Tamaulipas, así como los nueve diputados federales que representarán a la entidad en la llamada Cámara Baja.
El Distrito 8 que corresponde a Tampico y una parte de Ciudad Madero cuenta con un padrón electoral de aproximadamente 300 mil personas, muchos de los cuales no creen en los procesos de elección, obligando al INE a salir a convencer y disuadir a través de las redes sociales sobre la importancia de la participación colectiva en esta jornada.
Sin embargo, el entrevistado explicó que históricamente los procesos intermedios como el actual han registrado escaso interés, con una participación ciudadana de apenas 40%, lo que es preocupante.
El funcionario del Comité Municipal Electoral mencionó que las personas menores de 35 años son quienes creen innecesario votar o sumarse al proceso, lo que se reflejó en marzo pasado con el rechazo a ser presidentes, secretarios o escrutadores de casillas en por lo menos 55% de los convocados.
De las 40 mil invitaciones que extendió el instituto para ser funcionarios, más de la mitad fueron rechazadas, con argumentos de falta de tiempo por estudiar, trabajar, miedo al contagio o porque se trata de población flotante que tiene su credencial del INE domiciliada en Tampico y Madero.