Esforzados, itinerantes, sin apoyos y mal pagados se encuentran las y los trabajadores domésticos, quienes enfrentan las consecuencias de que en México la actividad sea mayormente informal y no les permita tener acceso a prestaciones de Ley.
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La mayoría llena su semana de trabajo sirviendo a dos o más patrones, quienes en la mayoría de los casos ninguno ve por su salud, posibilidades de vivienda y menos por mejorar el salario que se les ofrece por las labores diarias, dejándolos incluso en esta pandemia sin empleo ni apoyo para sobrevivir.
Al menos 96 % de las trabajadoras domésticas laboran en condiciones informales, es decir que carecen de las prestaciones básicas, como Seguro Social, Infonavit, aguinaldos, vacaciones y mucho menos para un retiro digno.
Tal es el caso de María Tolentino, quien procedente de Ébano, San Luis Potosí, llegó a Tampico hace dos décadas en busca de trabajo, encontrándolo únicamente como empleada doméstica en varias zonas residenciales.
Así han pasado los años y se ha ganado la confianza de los patrones y el amor de los niños o abuelitos que atiende, más la gratificación no llega en numerario, ya que los aumentos salariales no son constantes y menos con base en lo acordado por la ley.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en México hay 2.5 millones de personas ocupadas en el trabajo doméstico de 15 años y más, cifra que representa el 4.5 % del total de ocupados en el país.
Concretamente en Tamaulipas se estima que hay 64 mil 228 personas que se dedican a estas labores del hogar remunerado, de los cuales 8 mil 475 -equivalnetes a 13.19 %- son hombres y 55 mil 753 -86.80 %- son mujeres.
Se entiende por trabajo doméstico el realizado dentro o para un hogar o varios hogares, puede incluir tareas como limpiar la casa, cocinar, lavar y planchar la ropa, el cuidado de los niños, ancianos, o enfermos de una familia, jardinería, vigilancia de la casa, desempeñarse como chofer de la familia, e incluso cuidando a los animales domésticos.
En la Organización Internacional del Trabajo se adoptó el convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos y la recomendación sobre las trabajadoras y trabajadores domésticos estableciendo derechos y principios básicos para este sector.
Esta ocupación es una de las que más informalidad tienen en el país, se estima que 2.4 millones de personas ocupadas en el trabajo doméstico remunerado lo hacen de manera informal, de ellos el 92.5 % son asalariados informales, 3.1 % son trabajadores informales por cuenta propia y 1 % son trabajadores informales con percepciones no salariales.
De las mujeres que trabajan en esta actividad, 85 % realizan limpieza de casas particulares y 10 % cuidado de personas. El 95 % de las mujeres en trabajo doméstico remunerado aplican labores de lavanderas en 3 %, y planchadoras, cocineras y vigilantes en el 1.1 %.
PREVALECE LA DIFERENCIA ENTRE HOMBRES Y MUJERES
También en esta actividad la brecha salarial se hace sentir entre hombres y mujeres, ya que aproximadamente 47 % de las mujeres ocupadas en el trabajo doméstico gana hasta un salario mínimo que es de 176.72 al día, esto es mil 237 pesos a la semana.
Mientras que 4.7 % de los hombres que trabajan en el servicio doméstico gana hasta 3 salarios mínimos, unos 3 mil 700 pesos a la semana, solo el 1.5 % de las mujeres alcanzan ese nivel.
Se estima que 73 % de las personas que trabajan en este rubro no cuentan con prestaciones laborales, situación más presente en mujeres, ya que 75 % de ellas no tiene prestación alguna, en tanto que en los hombres la proporción asciende a 64.9 %.
Se estima que son 307 mil hombres de 15 años o más ocupados en el trabajo doméstico remunerado, ocupando 12.3 % de las plazas laborales, sobre todo como jardineros en 36 % y choferes en casas particulares en 28 %.
Las jornadas de trabajo son de 35 horas en 52 % de las personas que realizan esta actividad, 56% de las mujeres trabajan menos de 35 horas por semana, y los hombres de más de 48 horas el 37 %.
POCA RESPUESTA AL PROGRAMA DE AFILIACIÓN
En marzo del año 2019 el Gobierno federal lanzó un programa piloto para afiliar al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) a trabajadoras del hogar, sin embargo, como no es obligatorio, el programa no ha tenido gran respuesta.
En mayo el Senado aprobó por mayoría absoluta la reforma a la Ley Federal del Trabajo y la Ley del Seguro Social, determinando la seguridad social obligatoria para los y las trabajadoras del hogar, misma que fue anteriormente ratificada por la Cámara de Diputados el 30 de abril.
Una de las trabas es que si la persona trabaja en varias casas deben ponerse de acuerdo sus patrones para el pago que corresponde al número de horas que labora y al salario que percibe al mes, lo que complica la labor de registro.
En todos esos años María Tolentino jamás ha tenido Seguro Social, “la mayoría de los patrones no quieren y si lo pagan nos descontarían del salario, entonces con qué vivo al día”, dijo la mujer de 45 años de edad, para quien las dolencias son cada vez más constantes por tantos años de arduo trabajo realizado al servicio de sus patrones.
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