Las aglomeraciones y filas de muchas horas no cesan en los módulos de vacunación instalados en Tampico y Ciudad Madero, los que han resultado insuficientes ante la alta demanda, por lo que empresarios aseguran que es urgente abrir más espacios con el personal necesario.
En esta jornada de refuerzo se convocaron a tres grupos de edad, los de 50 a 59 años, más de 60 y rezagados, lo que ha literalmente sobrepasado la capacidad de atención y repercute en las personas, en su mayoría abuelitos, que buscan inmunizarse.
Hasta la mañana de hoy solo abrieron en Tampico los módulos del Polideportivo y la UAT, así como en Ciudad Madero los localizados en el Tecnológico de Ciudad Madero y la Unidad Deportiva, en todos se registran largas filas.
El presidente de Canaco Tampico, Juan Angel Paredes Espinoza dijo que es necesario abrir otros espacios de inoculación, ya que hasta el momento se han visto superados, generando molestias y riesgos en los que asisten a inocularse.
PUERTAS COLORADAS Y MELCHOR OCAMPO SIN FUNCIONAR
Aún cuando se ha establecido que hoy entrarán en operación los módulos de la Unidad Deportiva de Puertas Coloradas en Tampico y en la secundaria Melchor Ocampo de Ciudad Madero hasta el momento no han entrado en funciones.
Incluso en la Deportiva de la zona norte de Tampico ya hay largas filas en espera de vacuna, y personal de salud ha comenzado a instalar las carpas de atención.
El propio gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca anunció hoy que personal de Salud Estatal reforzaría esta jornada de vacunación que es encabezada por la Federación.
MALA ORGANIZACIÓN
Paredes Espinoza consideró que la sede de Puertas Coloradas desfogaría considerablemente las sobredemanda en la UAT y en la Unidad Deportiva, donde la gente trasnocha y tarda hasta 8 horas para obtener la dosis que reducirá el riesgo de enfermar gravemente o morir si contrae coronavirus.
Es criticable que los encargados mantengan una pésima logística y regresen al pasado, pues hay que recordar que hace un año en el arranque de la inmunización sometieron a la población de la tercera edad a esperar horas, sin servicios sanitarios o atención medica inmediata.