"México cambió presidentes hoy sin ninguna de esas manifestaciones de anarquía de las que el gobierno de Díaz ha expresado su temor. Miles de ciudadanos se agolparon en las calles marchando hasta altas horas de la noche, pero fue una manifestación de alegría, una celebración sin indicios de malicia", con esta noticia la agencia The Associated Press daba a conocer al mundo la renuncia de Porfirio Díaz a la presidencia, aquel 26 de mayo de 1911, un día antes el 25 de mayo, el general había firmado su retiro de la silla.
El gran héroe de guerra había gobernado México por más de tres décadas y tenía 80 años de edad, el impacto fue importante en muchos ámbitos sociales y una de las ciudades que más repercusiones tuvo fue precisamente Tampico, el puerto que con tantas obras había llevado el general hacia los primeros planos de la agenda mundial, con inversiones que hasta la fecha son las más importantes en la ciudad.
En el sentido de la infraestructura podemos hablar de un legado a la ciudad por parte de Porfirio Díaz importante, señala el cronista del Tampico Josué Picazo, "estas obras perduran hasta nuestros días y algunas siguen siendo útiles como las escolleras y el faro, además de que otras se han convertido en un emblema de la ciudad, como el edificio de la antigua Aduana".
"Ahora siempre el tema de Díaz es polémico, por ser un personaje con muchos claroscuros, pues innegablemente fue una dictadura, pero también hubo una parte de progreso económico que, sin embargo, tuvo un alto costo social, sobre todo para los estratos más bajos sin olvidar el sacrificio que implicó la Revolución, no tanto para Tampico pero sí para muchas regiones de nuestro país", afirma.
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Tampico tiene esa condición que en su historia participan dos personajes muy polémicos en la vida nacional, por un lado Antonio López de Santa Anna con la gestión de la fundación y la defensa de México ante el intento de la corona española de una reconquista y la del dictador Díaz que impulsa el desarrollo del puerto moderno que hizo que la ciudad se creciera a grandes pasos.
Todo esto nos da una oportunidad a nosotros como porteños, asegura el cronista, "de ver y estudiar la historia no como simples hechos, sino cuál fue la participación de estos personajes, para saber qué hay que reconocerles y cuáles fueron sus errores, en los que también debemos poner atención y adentrarnos en cómo Tampico estuvo en el punto geopolítico importante de principios del siglo pasado".
Si bien no se puede reconocer a la figura totalmente, sí el momento histórico que vivió Tampico durante el porfiriato, "porque creo que todo este desarrollo que se vivió es multifactorial, pues no sólo los vínculos familiares que tenía Porfirio Díaz con la ciudad fueron de peso, también las mismas condiciones que brindaba el puerto de Tampico"
Desde su fundación, en Tampico se veían ya estos beneficios de crear una nueva aduana y durante el porfiriato se ve como una estrategia que se tenía que dar para un mayor desarrollo en el norte, lo que implicó que se trabajara en lograr que esta parte del país tuviera más infraestructura, pudiera unirse al noreste y hacia la frontera con Estados Unidos.
El 31 de mayo de 1911, hoy hace 109 años, Porfirio Díaz partiría con su familia desde Veracruz hacia Europa en el buque SS Ypiranga, y así terminaba su larga dictadura, dejando en añoranza a una clase social que vivió el esplendor durante su mandato, entre ellas, muchas familias de Tampico que aún ven con nostalgia aquellos días de principios del siglo XX.