La responsable de los comedores comunitarios del sistema DIF en Tampico, Sandra Sánchez explicó que ante la contingencia sanitaria por la pandemia del Covid-19, las personas que viven o trabajan en las calles se quedaron sin dinero para pagar la cuota simbólica de ocho pesos que se les requiere.
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“Se incrementaron las donaciones, mucha gente no podía pagar, regularmente cobramos ocho pesos, una cuota de recuperación, los platillos ni remotamente cuestan ocho pesos, tratamos de que tengan proteína, pollo, carne, pescado cuando se puede”, dijo.
Los insumos son aportados por el DIF estatal, mientras que los gastos de personal y operación los absorbe el DIF municipal, por lo que los ocho pesos servían para complementar algunas verduras.
“Nadie se va sin su alimento, hay quienes pagan sus ocho pesos, quienes no tienen se les hace un vale y hay quienes nos ofrecían tres pesos, se los aceptamos y se llevan su platillo”, apuntó.
Señaló que en estos comedores que dan servicio a personas que viven en la calle, migrantes, madres solteras o personas de la tercera edad que se han quedado solos tuvieron que hacer modificaciones en su forma de trabajar por pandemia.
“Ya no entraron aquí al comedor y se adecuaron las puertas para que estuvieran recibiendo por la ventana y no dejarlos sin el apoyo, se da desayuno y comida de lunes a viernes”, apuntó.
“En la mañana puede ser un platillo de chilaquiles con frijol, queso, crema, huevos o avena, su agua de sabor, pan de soya y leche de soya. A mediodía puede ser un plato de picadillo o albóndigas, siempre con verduras, sopa y agua de frutas, tenemos gente que viene de Tamaulipas, Veracruz o flotantes”, sostuvo la entrevistada a El Sol de Tampico.