Quién no se ha imaginado en su retiro viajando por el mundo o por lo menos sentado en el corredor de una casa cómoda disfrutando de la familia, un café o un buen libro, sin mayores preocupaciones más que las de gozar de los beneficios generados por el trabajo de toda una vida.
Pero la realidad para la gran mayoría de los mexicanos en proceso de retiro es otra, ya que la nula cultura del ahorro, aportaciones voluntarias a las Afores o un plan para la vejez es común entre la población laboralmente activa.
La situación se verá reflejada en una condición de carencia en la época de retiro y esos sueños de vida tranquila quedarán pulverizados al enfrentarse a una realidad de necesidades, enfermedades y nulos ingresos.
Para el asesor de la consultoría financiera In Life, Aurelio García González, en México el sistema de retiro es insuficiente, “en México la Afore no va a funcionar, es más, no está funcionando, se están retirando los primeros por Afore y no les alcanzará”.
Esto, aunado a que ese dinero en muchas ocasiones es aplicado para atender o finaciar situaciones y necesidades nacionales, eleva considerablemente los riesgos y la pérdida de rendimiento para el momento que llegue el retiro.
Con 22 años de operación el sistema para el retiro administra un promedio de 237 mil 187 millones de pesos, los cuales en los últimos 24 meses han tenido un rendimiento de 6.41% y un cobro de comisión de los bancos administradores de 1.04% en promedio.
La aportación para el retiro en México es una de las más bajas del mundo con apenas 6.5%, del cual el patrón aporta 5.15%, el gobierno 0.225% y el empleado 1.125%, lo que de no darse aportaciones voluntarias al momento del retiro le alcanzará solo para recibir 26% de la tasa de reemplazo del último sueldo.
Especialistas recomiendan que la tasa de aportación sea de por lo menos 13%, para que la tasa de reemplazo llegue por lo menos al 60% al momento de retiro, “pero en muchos casos aunque se quiera no se puede hacer, la mayoría vive al día”, dijo Carlos Campos Castillo, secretario general de la Federación Local de Trabajadores de Ciudad Madero.
VIEJITOS Y POBRES
Comparado con países europeos y norteamericanos, Centroamérica enfrenta una severa apatía para poder aportar para el retiro, lo que en un futuro nada lejano el número de personas de la tercera edad en condición económicamente desfavorables será mucho mayor.
En países europeos y en Canadá es común contar con más de un esquema de ahorro para el retiro, dando a personas jubiladas de esos sitios una elevada calidad de vida en la vejez, lo que no se denota en el grueso de los mexicanos.
“El sistema público no va a soportar más pensiones, si esto no cambia en unos años veremos muchos viejitos indigentes. Todos nos vamos a retirar porque todos tenemos una vida productiva limitada, por eso hay que pensar cómo queremos vivir”, dijo García González.
La sociedad mexicana está en pañales en el tema de ahorro, por lo que desde empresas privadas como In Life se promocionan los planos de economía para comenzar a incentivar el ahorro voluntario, precisando ventajas como los incentivos fiscales, “ya que el retiro a 65 años tiene como incentivo deducible de impuesto para que la gente empiece a ahorrar de manera particular”.
TRAJES A LA MEDIDA
En base a preguntas básicas como ¿cuánto te gustaría recibir al mes en tu retiro? In Life desarrolla verdaderos trajes a la medida.
“La gente piensa que les va a salir demasiado caro, pero ahorras cuanto quieras y como quieras”, refirió el entrevistado a El Sol de Tampico, precisando que “un joven que apenas gana 10 a 15 mil pesos mensuales no tendrá capacidad de ahorro como alguien que gana 100 mil, pero el chiste es empezar”.
Los especialistas mencionan que desde el día uno de trabajo la persona recibe una factura que representa su gasto para el retiro, “tienes el resto de la vida productiva para pagar, cada quien decide si es en paguitos, pagos o mega pagos, lo que es seguro es que se va a pagar porque un día te vas a retirar y no vas a generar dinero”.
MILLENNIALS RENUENTES AL AHORRO
La cultura para el ahorro es muy baja en el país, pero aún más en los llamados millennials, quienes buscan resultados a corto plazo.
“Con ellos es con quienes más insistimos porque les gusta las metas a corto plazo, decir ahorrar el resto de la vida no les hace sentido”, explicó el asesor quien precisó que en sus casos se establecen estrategias a corto plazo.
La educación financiera, consideró, debería aplicarse desde la formación educativa a fin de evitar una situación socioeconómica grave a corto plazo.
LOS MEDIOS PARA APORTAR
Para incentivar el ahorro para el retiro la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público han creado un sistema para facilitar al trabajador esta acción.
Desde el smartphone y la aplicación “Millas para el Retiro” se pueden efectuar estas aportaciones vinculando los patrones de gasto y consumo a un nuevo hábito de ahorro para contar con un retiro digno.
Para el alta en la plataforma se requiere vincular una cuenta de correo electrónico, una cuenta de Google o incluso con la de Facebook.
La APP pedirá crear un NIP -Número de Identificación Personal- de cuatro dígitos, la CURP y número celular. Pedirá vincular una tarjeta de crédito o débito desde donde se retirará cada semana aportaciones que se irán directamente a la cuenta de retiro.
Se suman además otros canales para el ahorro voluntario en el país en las tiendas de conveniencia como 7-Eleven, Círculo K, Extra, Telecomm, Bansefi, Walmart, Sam’s Club, Superama, Bodega Aurrerá, Chedraui, Farmacias del Ahorro que no cobran comisión por realizar los depósitos, únicamente requerirá tener su CURP a la mano.
Aparece además AforeMóvil para realizar sus pagos de ahorro voluntario, ofreciendo además vincular las tarjetas de crédito o débito, o bien, generar un código de barras para acudir a cualquiera de los puntos autorizados para realizar el pago.
Paynom y Payit son otras opciones para aportaciones sin comisión desde 50 pesos.
Está también la domiciliación vía e-sar.com.mx por medio de una transferencia bancaria, realizará el ahorro voluntario.
O los canales tradicionales como acudir directamente a la ventanilla de su Afore y realizar la aportación voluntaria, donde no le requerirán montos mínimos o máximos o acudir a la oficina de Recursos Humanos donde labora para gestionar el movimiento y que designe la cantidad que piensa ahorrar.
Las personas que empezaron a trabajar a partir de julio de 1997 son quienes deberán hacer aportaciones voluntarias a su Afore.