Primero se colocó al interior del hogar, pero conforme fue creciendo se empezó a trasladar hacia el corredor, hasta alcanzar hoy una parte del frente de la casa. Con más de 50 años de instalarse, es uno de los nacimientos con mayor tradición de Tampico y cada año reúne a personas que van a admirar el Belén que coloca la familia Vega del Castillo.
Desde principios del mes de noviembre, se empieza con la colocación de las poco más de 600 piezas que conforman este nacimiento, entre pastores, alfareros, animales, la sagrada familia, además de diversos ornamentos como pozos, fuentes y otras figuras representativas de los “belenes” que con paciencia -una a una- van poniendo integrantes de la familia Vega del Castillo.
El nacimiento va heredándose de generación en generación de esta familia de la colonia Tamaulipas y ahora desde los nietos hasta los abuelos participan en la instalación del Belén, en una actividad que reúne a varios miembros de la comunidad desde finales de la década de los 60 y que resulten atractivos para quiénes cruzan por la calle Simón Bolívar.
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PASTORES Y OTROS PERSONAJES LLEGAN DESDE OTROS ESTADOS
Desde el inicio del nacimiento tuvo piezas de varios lugares de la República, después se compraron otras aquí en Tampico y ahora cada miembro de la familia cuando sale de viaje y ve algún elemento que pueda servir para integrarse al nacimiento lo trae, teniendo ahora personajes de distintas ciudades de San Luis Potosí, Puebla, de Querétaro, Estado de México y de la Ciudad de México.
Al tener distintas figuras de diversas partes de México, hace de este “Belén” algo muy especial, ya que conjunta la artesanía de varias regiones del país en este concepto, pudiéndose apreciar ejemplos del arte y diversidad de piezas de los nacimientos que se colocan en otras partes de la República Mexicana creando así un conjunto multiverso de esa tradición.
El nacimiento de la familia Vega del Castillo atrae también la atención de una escuela que se ubica casi frente a la casa, donde antes de la pandemia se programaban visitas de los niños para que conocieran la tradición de primera mano creando así también un fomento para que esta costumbre sea conocida entre los más jóvenes.