Fue la locomotora 126, con 4 carros de asistentes y equipajes, así como 5 púllmans, denominados Santa Fe, Sabinas, Wonder, Athens y Rico, los que arribaron a la Estación Tampico.
Era el 17 abril de 1890 y la hazaña se logró después de una titánica labor que se hizo, con trabajadores extranjeros, en su mayoría asiáticos, para la construcción del tendido férreo.
La repoblación de Tampico y el tren de pasajeros
El propio Antonio López de Santa Anna, quien en 1823 había dado la autorización para repoblar Tampico, fue quien en el año de 1855 selló el contrato de los hermanos Miguel y Leandro Mosso, para el trazo de una línea de tren que debería llegar desde la Ciudad de México al puerto, pero como se construía ya el de Veracruz, se tuvo que dejar de lado por problemas económicos.
Será hasta el año de 1878, cuando se retome el proyecto del tren a Tampico, cuando se realiza la línea que llegaría a San Luis, quedando la Estación Tampico sobre la línea Chicalote-Tampico y la de La Barra del antiguo Ferrocarril Central Mexicano por medio de la concesión número 17.
Los pasajeros de aquella corrida inaugural del ferrocarril de Tampico fueron los funcionarios federales y estatales, que llegaron en el primer arribo al puerto jaibo, recibidos entre porras, vivas y confeti. Fueron conducidos hasta la Plaza de Armas, donde el entonces alcalde Santiago J. Heilman los recibió en una ceremonia en que se entonó el himno nacional y se encendieron farolitos venecianos.
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En la fiesta de la llegada del primer convoy estuvo en representación de Porfirio Díaz, presidente de México en ese entonces, Manuel Romero Rubio, padre de María Fabiana Sebastiana Carmen Romero Rubio y Castelló, mejor conocida como Carmelita Romero Rubio, a quien muchos le adjudican la verdadera razón para desarrollar el tendido del tren a Tampico.
El tren de pasajeros en Tampico tuvo 60 años de auge
La primera estación del tren estuvo situada casi a la entrada del muelle de Tampico, fue de madera, la cual fue destruida por el ciclón de 1933, señala el investigador Josué Picazo, quien menciona que la segunda estación histórica fue proyectada por el arquitecto Carlos Greenham en 1934.
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A partir de entonces el transitar del tren de pasajeros fue constante, con rutas tan emblemáticas como la del Tren de Magozal, donde aún hay historias frescas de aquellos días de viaje entre gallinas y guajolotes, así como de la rica comida que en cada una de las estaciones se ofrecía y que aún está en la memoria de quienes vivieron esa época.
El tren tendrá su mayor auge desde los años de 1920 hasta entrada la década de 1980, cuando la mayor parte de las personas se trasladaba en este transporte que se consideraba entre los más seguros y baratos del país, además que tenia una circulación por diversas regiones de la república, con pintorescos paisajes en cada una de las estaciones.
Cuando el ferrocarril a Tampico cumplía 105 años de existencia, por un decreto del entonces presidente de México, Ernesto Zedillo, el ferrocarril y todas sus líneas fue concesionado a empresas extranjeras, desapareciendo una a una cada estación de pasajeros, incluyendo la de Tampico, que dejó de circular hacia el centro de la república en esta modalidad en 1986.
Hoy solo queda el recuerdo del tren de pasajeros en Tampico
El tren a Tampico significó la transformación de esta región, pues facilitó la llegada de mercancías y personas que dieron el empuje para la modernización, hasta llegar a ser esta una de las ciudades más importantes del mundo.
Hoy los corredores de la vieja estación del tren, están vacíos, atrás quedó el bullicio de los hombres de negocios ataviados de manera elegante o los obreros sin lujos que buscando desplazarse en el tren de pasajeros, entretejiendo historias entre las prisas y silbatos, quedando ahora en la nostalgia el sonido de la locomotora que dio paso sobre rieles al Tampico esplendoroso que conocemos.
Agradecimientos a :
- Kansas City Southern de México
- Compañía de Danza Folklórica de la UAT
- Pablo Emmanuel Barrón Pérez
- Mayra Janira Campos Parra
- Sara Hernandez Mar