Con 22 años a cuestas enfrentando la enfermedad de la diabetes, pero con una actitud positiva para darle una mejor cara a la vida y disfrutar de su esposa así como sus hijos y nietos, José Guadalupe Zamarripa Vidales se desplaza por Altamira a bordo de una motocicleta transformada.
Este vehículo, al que ha llamado “Frankenstein”, que le permite transportar su silla de ruedas y a uno de los integrantes de su familia.
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Entrevistado sobre la calle Josefa Ortiz de Domínguez, frente al parque de la colonia “Serapio Venegas” en la que llegó para recibir su apoyo alimenticio por parte del Sistema DIF del municipio de Altamira, José Guadalupe Zamarripa Vidales con 60 años de edad, accede amablemente a charlar abiertamente en cuanto a su invento realizado hace tres años.
Al perder sus pies fue transformando su motocicleta
“Por mi enfermedad de la diabetes primero perdí mi pie derecho. Aunque uso prótesis no es lo mismo pues no se tiene la fuerza para manejar una motocicleta, por lo que tuve que hacer una adaptación para tener un sostén de mi extremo derecho”, explicó Zamarripa Vidales.
Por lo que al paso del tiempo fue inevitable sufrir la amputación de su pie izquierdo, quedando imposibilitado en manejar de una manera normal la motocicleta.
“Ahí es cuando ya me apuré, debido a que no iba a poder meterle las velocidades a la motocicleta y tuve la necesidad de colocarle un bastón para poderle meterlas y afortunadamente funcionó”, expresó el residente de Altamira.
Colocó un camper y un bastón de velocidades
Al perder sus pies, tuvo la necesidad de sofisticar su motocicleta, por lo que agregó un complemento en el costado derecho, pues a parte de colocar una silla de ruedas, puso un espacio para una persona y un niño.
Pero a lo anterior le agregó un techo, tipo camper, que le permite protegerse de las inclemencias del tiempo.
“Aquí empleé un camper de fibra de vidrio y rodeado, para protegerme de las inclemencias del tiempo, tiene luces, inclusive hasta un tirante para colocarle un remolque para traer mandado o los botellones de agua”, explica el entrevistado.
La enfermedad no lo hace caer en desánimo
A pesar de haber perdido dos de sus extremidades, José Guadalupe Zamarripa Vidales quien vive en el ejido El Contadero, en Altamira no cae en el desanimo.
En este sentido refiere: “tengo lo más importante, que es vida, mi familia que son mi aliento para seguir en mis sueños y proyectos de salir adelante, no se me dificulta nada.
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Llevo mi vida de una manera normal, me cuido de mi diabetes, con su respectivo control y me desplazo en mi motocicleta con camper por toda la zona de Miramar para llevar a mi esposa a donde ella me lo pida, claro a una velocidad moderada”.
Al cuestionarlo por qué denominó “Frankenstein” a su motocicleta adaptada, el entrevistado informó “le puse así por que esta compuesta de varias partes así como el personaje y lo importante es que tengo un medio para desplazarme”.