A punto de la extinción recibieron las tienditas la pandemia del coronavirus por el avance de la instalación de tiendas de conveniencia en colonias o sectores populares bajo el argumento de que eran un negocio formal, generadores de empleos y pagaban impuestos, pero contrario a lo esperado subsistieron y siguen reponiéndose ante la peor crisis que les ha tocado enfrentar ahora por el Covid-19.
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Los dueños de las tienditas de la colonia, misceláneas o changarros son conocidos por todo el barrio, atendidos casi siempre por un señor o señora “bonachona” que se convierte en el buena gente de la colonia facilitador de créditos a la palabra.
Hasta hace unos años eran la única opción en la colonia, pero hoy compiten con las llamadas tiendas de conveniencia que ofrecen una amplia gama de servicios como son de tipo bancarios, pagos de servicios, telefonía móvil, entre otros. Pero los changarros han logrado sobrevivir gracias al trato que le dan al cliente.
Para el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Altamira, José Luis Pinete Gutiérrez, este tipo de negocios han incrementado sus ventas durante los últimos seis meses que se ha presentado el Covid-19 debido a la accesibilidad, no aglomeraciones y apertura en tiempos en que los centros comerciales y tiendas de conveniencia permanecieron cerrados.
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“Hemos tenido un incremento en ventas en las tiendas de barrio, los pequeños negocios, misceláneas que en nuestro padrón se tienen alrededor de 150 negocios afiliados a la Canaco de Altamira. Ellos son en primer término los que palpan la economía del consumidor, pues es un trato directo entre el vendedor y el comprador”, agregó Pinete Gutiérrez. Este tipo de negocios vieron incrementadas sus ventas “cuando hubo restricciones para ingresar a las tiendas de autoservicio o bien recortaron el horario, eso les ha ayudado a sobrevivir a este tipo de negocios comparado con aquellos que tuvieron que cerrar por los efectos de la pandemia como fueron las papelerías que fueron señaladas como no esenciales”.
Que los mismos propietarios las atiendan y no paguen renta por encontrarse generalmente en la misma casa los pone en ventaja comparado con otros rubros formales que tienen que pagar un alquiler.
“Debemos reconocer que son de los pocos negocios que han estado subsistiendo en estos tiempos de pandemia, que la ganancia de una tienda o miscelánea es de 20 a 30% en un producto a veces son dos pesos lo que se le gana, no es mucho, pero afortunadamente se han mantenido gracias a que ellos son dueños y empleados a la vez”, dijo.
Pinete vaticina que las tienditas “seguirán sobreviviendo de esa misma manera como lo han hecho hasta ahora, afortunadamente sus propietarios han sido prudentes en adquirir su mercancía conforme la demanda se les va presentando”, resaltó Pinete Gutiérrez.
COMPRAN LO INDISPENSABLE
Aunque en términos generales las misceláneas han aumentado las ventas, los mismos dueños aseguran que las compras se centran en productos estrictamente necesarios. Para don José Antonio Hernández Valdez, quien desde el año de 1984 fundó su propio negocio en la colonia Ampliación Unidad Modelo, indicó que a pesar de ser una de las primeras opciones para el público consumidor durante esta etapa de confinamiento las compras son básicamente de alimentos.
“Están difíciles las crisis sanitaria y económica por las que estamos pasando, mucha gente no tiene trabajo lo cual nos afecta a nosotros como comerciantes, pues si no hay trabajo nosotros no vendemos, pero nosotros como dueños de este tipo de negocios con que salga para la comida y pagos de los servicios la pasaremos, además de ver qué pasa y con la esperanza de que esto mejore en los próximos meses”, agregó. La crisis sanitaria ha provocado que haya más afectaciones en la economía de las familias, “ha pegado más a la población, pues nos ha afectado en el aspecto de salud, la población gasta más dinero para salir de su crisis sanitaria, atenderse de la enfermedad y eso provoca que la gente no tenga dinero para comprar productos”.
Entre los productos que ha dejado de adquirir el consumidor destacan los dulces, papas fritas, refrescos y dulces que en las misceláneas o tienditas representa un buen ingreso, “ahí es donde hemos visto que el jefe de la familia o la ama de casa prefieren comprar productos de la canasta básica para la manutención de su familia, es ahí cuando nos percatamos que la situación está difícil”.
Este tipo de negocios han logrado sobrevivir, comparado con las papelerías de las diferentes colonias que al no haber actividad escolar dejaron de vender su mercancía, además fueron señalados por la autoridad sanitaria como puntos no esenciales para la población al no haber clases.
LAS ALZAS NO AYUDAN
En este tipo de negocios también se puede palpar el incremento a los productos de la canasta básica y de los que han registrado mayor incremento son el aceite comestible, papel higiénico, frijol, arroz, entre otros. “Tristemente ha subido el costo de esos productos y, bueno, las personas nos vienen a comprar con dificultades para adquirir el aceite, frijol, entre otras cosas y eso provoca que no compren otras cosas como bebidas o golosinas”, dijo Hernández Valdez.
Pero uno de los secretos infalibles para los dueños de estos negocios, según observamos, es la actitud y atención que le den al cliente, “vivimos del cliente, por consiguiente necesitamos brindarle una buena atención para que regrese, debemos ser puntuales en la apertura de nuestro negocio para ganarnos su confianza y eso nos ha ayudado a sobrevivir durante estos 36 años de servicio a nuestros vecinos y residentes de esta colonia”.
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