Testigo del mortal accidente de ayer narra la historia

“No había nada qué hacer.”

Antonio Sosa

  · viernes 2 de marzo de 2018

“Yo lo vi”, relata Margarita González Galván al hacer referencia al funesto accidente registrado la tarde de ayer en la zona centro de Ciudad Madero, el cual cobró la vida de dos personas y otras tres permanecen heridas.


Fue ella, Margarita, quien acudió en apoyo de los heridos concentrándose en Alicia Lucía Julián Silva, de 70 años, quien murió en el sitio.


Margarita se dirigía a su oficina localizada en esa zona cuando observó por el retrovisor que la camioneta sin control se abalanzaba contra el concurrido puesto de torras localizado en la Avenida Primero de Mayo y Cinco de Mayo en la zona centro de Ciudad Madero.


“Yo iba llegando y por el retrovisor vi cuando la camioneta impactó el carrito y se va contra la barda, yo me bajé del coche y dejé la puerta abierta con las llaves puestas”, dijo Margarita.


Corriendo llegó hasta el sitio de la colisión donde encontró a varias personas lesionadas pero Alicia Lucía de 70 años estaba prensada con la camioneta Dodge Ram.


“Su pierna estaba aprisionada entre la camioneta y el carrito, le tomé la cabeza y le pedía que me viera que todo iba a estar bien”, dijo la entrevistada a El Sol de Tampico.


Con la voz tranquila y apesadumbrada indicó que “yo no pude ayudar a más porque estuve con la señora, quien me decía que sentía que se estaba vaciando”.


En minutos arribaron tres unidades de la Cruz Roja, quienes subieron a la mujer a una ambulancia, pero ésta ya no se movió debido a que había muerto, “ella me pidió que le hablara a una cuñada y a ella le entregué sus pertenencias”.


El accidente fue provocado, según las autoridades, por Nora Edith N, quien guiaba la camioneta al parecer bajo los influjos del alcohol, generando también la muerte de Miguel Ángel Mora Banda al ingresar al quirófano del hospital, además de permanecer heridos Gilberto Loza Guerrero y Prisco Nicolás Leobardo.


“Es una imagen que no puedo quitarme de la mente, de cómo los mismos vecinos ayudaron e incluso le colocaron agua bendita en la cabeza, que Dios tenga a los fallecidos en su gloria”, remató Margarita.

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