El crecimiento de hasta un 40 por ciento en la circulación de unidades pesadas en Madero, con la transportación de hidrocarburos desde la Terminal de Almacenamiento y Distribución de Refinería Francisco I. Madero, activó los focos rojos sobre las condiciones en que puedan quedar la infraestructura carretera y las arterias de la ciudad.
“La preocupación es que el aumento de estas unidades y de otras que circulan ya en la zona puedan terminar de destruir las calles de Madero, donde se han presentado hundimientos importantes, por eso consideramos necesario que se revise la situación de cuántas y por donde están circulando las pipas de combustible”.
Señaló el coordinador de la Federación Nacional de Pequeños Comerciantes y Prestadores de Servicios. A. C., Pedro Portillo Barona, indicando que “ya se realizó un escrito al gobierno federal para solicitar que se vuelvan a revisar las acciones para el combate al robo de gasolina, por estar creando diversas problemáticas en varias ciudades”.
“En madero tenemos la afectación del paso de unidades de carga pesada que aumentó de manera considerable, lo que provoca un peligro inminente de un desgajamiento en las calles, pues hay que recordar que la ciudad presenta una condición delicada en cuanto a rompimiento de las calles, que incluso ya causaron accidentes”, expresó.
Añade que “lo que ha pasado no es nada en comparación con lo que va ocurrir cuando caiga en un zocavón una pipa cargada de gasolina, o pero aún se vuelque en el Corredor Urbano Luis Donaldo Colosio, donde la infraestructura de esa carretera deja mucho que desear, pues se han presentando muchos accidentes”.
Por eso pedimos al gobierno federal que a la brevedad se integre la vigilancia que deben tener los ductos de transportación de PEMEX, afirmó, “y con ellos se disminuyan los riesgos en las ciudades del sur de Tamaulipas, pues el tránsito de pipas y camiones ha aumentado de forma considerable y los riesgos de un accidente grave también”.