El rompimiento de vedas en las distintas especies por pescadores furtivos en el sistema lagunario del Champayán provoca diversas problemáticas ya a comerciantes y proveedores de productos del mar en la zona, situación por la cual los oferentes solicitan más vigilancia por parte de las autoridades.
En las últimas semanas se ha empezado a incrementar esta situación, detectando pescadores libres en los afluentes en la zona de Altamira, que “no dejan desarrollarse algunas especies para su comercialización, situación que hoy en día provoca se encarezca el producto”.
Expresó Roberto Demes Castro presidente de la Asociación de Pescadores del Río Tamesi, quien indica que “algunos compañeros no registrados ordenan las trampas de jaiba, se adelantan al periodo de captura y comercializan el producto a muy bajo peso, y la demanda provoca que se eleve su cotización en el mercado”.
Hoy en día, una docena de jaiba de laguna o agua dulce ronda en los 350 pesos, anteriormente estaba por debajo de los 300 pesos, todo dependía del tamaño y las piezas a comprar, pero la pesca libre va aumentando los precios porque se acaban antes de tiempo.
Reconoce que muchos compañeros comúnmente se adelantan a los tiempos y no dejan desarrollar las especies que se comercializan en el mercado de mariscos de Altamira, por lo que los pescadores registrados se ven en la necesidad de salir a capturar y vender cuanto antes su mercancía para poder obtener un ingreso.
Añade que es prioridad que se controle la captura, “porque es muy necesario que se conserve la sustentabilidad de la laguna, porque muchas familias dependen de esta actividad y si se pierde la pesca puede originar un gran impacto económico”.