Al grueso de las empresas de la transformación le llevará entre cinco y siete años recuperar la rentabilidad y empleos perdidos durante 2019 y 2020, por la falta de acompañamiento y empatía del Gobierno federal, en especial hacia las de tamaño micro, pequeñas y medianas.
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José Luis López Vega, director nacional de delegaciones de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, dijo en Tampico que en este año se habla que la economía mexicana se sobrepondrá 5%, pero en el periodo anterior cayó 8.5% y sin que haya factores para recuperar en este mismo 2021 las fuentes de trabajo que sucumbieron a la crisis sanitaria.
La insistencia es que la Federación adquiera un perfil de mayor afinidad y acompañamiento, hacer equipo con los negocios de menor tamaño y caminar de la mano hacia la recuperación y crecimiento económico y que éste llegue en menos de tres años, manifestó.
“No pedimos que nos regalen dinero, sino hacer sinergia y que haya políticas públicas para el resurgimiento de las más de 40 mil empresas que se quebraron y reemprender el progreso”.
En este 2021 la industria mexicana sigue perdiendo, pues “al mes de febrero la producción industrial nacional disminuyó 3.07% en comparación con el mismo mes del año anterior y las sobrevivientes apenas reactivaron 200 ó300 mil fuentes de trabajo”.
La fragilidad de las mipymes depende de muchos factores y en este contexto desafiante es necesario proveerla no sólo de financiamiento, sino de capacitación para adoptar las mejores prácticas, impulsar el adiestramiento de su personal y facilitar tecnologías, mencionó.
Sin embargo, reconoció que la crisis dejada por la pandemia ha sido oportunidad de crecimiento para ciertos sectores de la industria de la transformación y algunas de los rubros químicos e insumos médicos y hasta de pinturas se vieron obligados a mutar hacia actividades más lucrativas como la producción de sanitizantes, de gran demanda por la dispersión del virus Covid 19.
En esta entidad, hasta el 2019, la industria de la transformación, era el sector económico con mayor dinamismo con un total de 290 mil empleos, cifras que han ido en descenso, pues la capacidad del gremio apenas está utilizada al 60%.
Regiones como las de Tampico, Madero y Altamira, son las más afectadas, pues hay una pérdida de poco más de 1,300 fuentes formales de trabajo, sin que haya acciones para inyectar dinamismo, pues el gasto público permanece restringido, la Banca mantiene cerrado el financiamiento empresarial y el mercado interno permanece deprimido, apuntó.