Vivir el 2019 con empleo, bienestar y abundancia hace que la tradición de barrer la casa con lociones de la buena suerte, encender cirios, dispersar aguas y semillas para ahuyentar la tristeza, aumenta las compras de esos productos en mercados municipales.
Alberto Atanasio, comerciante de la calle Pedro José Méndez, dijo que cada fin de año el gusto por hacer rituales hace gastar a las personas desde 150 pesos llevando desde veladoras hasta sprays, granos de la abundancia, santos y oraciones.
Lo que más quieren los tampiqueños es tener paz y tranquilidad en la familia, pero también salud y abundancia, explicó.
El comerciante del negocio con varias décadas de antigüedad, que en esta época tiene su mejores ventas, señaló que la gente gusta de comprar este tipo de artículos, pero lo más importante es la fe con la que lleva a cabo las peticiones para el Año Nuevo.
Para Yesenia Martínez el fin de año es una bonita fecha para comer y brindar con la familia, permanecer unidos, pero también dar gracias a Dios por el año vivido y ella en casa justo a la medianoche junto a los suyos riega su casa para que no haya lágrimas, ni tristeza.
Pero también hace "limpias" y pide con mucha fe a San Judas Tadeo que en el año que llega no haya dolor, ni llanto, sobre todo en estos momentos, cuando hay muchas amenazas para la población.